Inversión

El regulador del mercado de EEUU descubre que un Lobo de Wall Street tenía oficina en Valencia

valencia wall street
Una una banda internacional durante años se ha dedicado a estafar a inversores.

El Lobo de Wall Street estuvo en Valencia.

Si por casualidad ha invertido en una supuesta empresa con sede en Valencia denominada Zenosense, dedicada a la salud, es posible que haya sido estafado.

El regulador del mercado de Estados Unidos (la SEC), el FBI, organismos policiales y fiscales de otros veinte países, entre ellos Italia, Nueva Zelanda, México, Liechtenstein o Malta, han colaborado en la desarticulación de una banda internacional que durante años se ha dedicado a estafar a inversores sobre valores de supuestas pequeñas compañías cotizadas.

Las autoridades hablan de uno de los casos más sofisticados y complejos que han trabajado nunca en este campo de fraude sobre microempresas en Bolsa.

Tres personas integrantes de la banda han sido localizadas en España, y una sociedad a través de las que operaban, Zenosense, tenía supuestamente sede en Valencia. Lograron ganancias ilícitas de 184 millones de euros, según ha informado el regulador del mercado estadounidense.

Se trata de un tipo de estafa similar a la que el director de cine Martin Scorsese llevó al cine en el año 2013, en el El Lobo de Wall Street. 

La película protagonizada por Leonardo DiCaprio está basada en la historia de Jordan Belford, un broker estadounidense que se hizo millonario estafando a ahorradores en inversiones sobre compañías cotizadas con un valor por acción inferior a un dólar, las conocidas como penny stocks, empresas de difícil seguimiento y que en ocasiones ni siquiera existen.

La SEC ha anunciado cargos contra 16 acusados, ubicados en las Bahamas, Islas Vírgenes, Bulgaria, Canadá, Islas Caimán, Mónaco, Turquía y Reino Unido. Y también en España.

«Los demandados orquestaron algunos de los esquemas de fraude bursátil de micro capitalización más complejos jamás acusados ​​por la SEC», ha dicho Gurbir Grewal, director de la División de Cumplimiento del regulador.

Los acusados emplearon «mensajes encriptados», «aplicaciones telefónicas para evitar ser detectados», y operaron «a través de una intrincada red de cuentas en el extranjero». Tres oficinas de la SEC «siguieron obstinadamente su rastro, trabajando a través de fronteras».

La ‘valenciana’ Zenosense

Según las demandas presentadas por la SEC, los acusados acumulaban una mayoría significativa de acciones de pequeñas empresas y financiaban en secreto campañas promocionales sobre las mismas «entre inversores desprevenidos en Estados Unidos y otros lugares».

Los investigadores han localizado a tres de los integrantes de la banda como residentes en España: el ciudadano británico Henry Clarke, de 51 años; Dean Shah, de 53 años, con pasaporte canadiense y británico; y Massimiliano Pozzoni, de 46 años, con nacionalidad italiana y chilena.

Una de las sociedades investigadas es Zenosense, una empresa supuestamente dedicada a la salud, de Nevada, pero con sede en Valencia.

Según las demandas, los acusados utilizaron Zenosense, con un valor de cotización por acción inferior al dólar, desde el año 2013 para llevar a cabo sus estafas.

Los acusados se hicieron con el control de la mayoría de las acciones de la sociedad Zenosense, a la que promocionaron como compañía sanitaria, y en secreto emitieron nuevas acciones para sí mismos diluyendo el valor de los títulos que previamente habían comprado los inversores presuntamente estafados.

En los programas de acceso a registros mercantiles consultados por este periódico, no hay rastro en Valencia ni en España de una sociedad denominada Zenosense.

Sin embargo, sí que hay en internet varias referencias a la supuesta empresa valenciana.

Como una web desde la que se enseña a invertir en acciones de Zenosense, empresa que se presenta como especializada en la comercialización de «un dispositivo portátil de diagnóstico cardíaco en el punto de atención dirigido a marcadores cardíacos para el diagnóstico de ataques cardíacos y enfermedades relacionadas con el corazón [sic]».

A pesar de que tres integrantes del grupo demandado han sido residentes en España, y de que una de las principales sociedades sobre las que pivotaba la estafa se encontraba supuestamente en Valencia, entre los numerosos organismos de veinte países que han colaborado con Estados Unidos en la investigación, no hay ninguno español.

Lo último en Economía

Últimas noticias