Según el Banco de España

Radiografía financiera de los españoles: piden más crédito al consumo y contratan más fondos

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Las familias españolas sí están notando la recuperación económica en su bolsillo y pese a que son poco dadas al ahorro, la industria de los fondos de inversión ha encontrado en ellas un filón en estos años en los que los depósitos casi no ofrecen remuneración. Así se desprende de los últimos datos que el Banco de España ha recopilado en su artículo Evolución de los flujos y los balances financieros de los hogares y las empresas no financieras en 2017.

Según el análisis de la institución, el patrimonio de las familias creció el pasado año y los hogares volvieron a acudir al banco para pedir créditos al consumo aprovechando que su deuda hipotecaria siguió bajando.

Pese a la mayor alegría del crédito al consumo, la deuda bancaria de las familias siguió bajando en 2017 un 3% y pasó a representar el 61% del PIB. Esa caída alcanza el 24% si retrocedemos a 2010, año en el que tocó máximos. La composición de esa deuda ha cambiado tras la crisis económica. El crédito al consumo es cada vez más importante y ya casi representa el 25% del pasivo de los hogares.

Mientras cae el endeudamiento, la riqueza financiera de los españoles aumentó un 2,1% en 2017. Una situación que la industria de las gestoras de fondos supo aprovechar muy bien. Los datos reflejan que los fondos de inversión aumentaron su patrimonio un 3,8% y ya acaparan el 44% de la renta bruta disponible (RBD) de los hogares.

De todas estas cifras se desprende que las familias han interiorizado mejor que el Estado las lecciones de la crisis económica y han sabido corregir su endeudamiento con mayor esfuerzo. Hay que recordar que la deuda pública cerró el pasado año en el 98,3% del PIB, lejos del 35,6% en el que arrancó la crisis, con lo que su tendencia ha sido justo la contraria a la del sector privado.

Cae el ahorro

Lo que sigue costando a los españoles es ahorrar. La tasa de ahorro bruto de las familias bajó el pasado año un 1,7%, hasta instalarse en el nivel más bajo desde 2007. Este poco interés por el ahorro coincide con un momento en el que la mejora de la percepción económica ha animado a muchos a volver a gastar.

Las familias españolas también han visto aumentar su patrimonio financiero bruto gracias a sus inversiones en activos financieros y a su revalorización. La mayor parte de esa inversión está colocada en fondos de inversión, pero también son muy populares otros productos como los planes de pensiones, los seguros y los depósitos bancarios, pese a que cada vez son menos rentables.

En el caso de las empresas, su dependencia del crédito ya representa el 78% del PIB, un 5% menos que en 2016 y un 39% por debajo de los máximos que alcanzó en 2010. Según el estudio del Banco de España, las empresas siguen concentrando su inversión en acciones, participaciones y, algo menos, en depósitos.

 

 

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