El precio del alquiler baja hasta un 20% en Madrid y un 15% en Barcelona desde marzo
Alquilar un piso de segunda mano en el barrio de Argüelles (Madrid) antes de la pandemia costaba una media de 1.000 euros al mes. Ahora, el mismo inmueble se puede alquilar por 800 euros, lo que supone un descenso del 20%. Prácticamente lo mismo ocurre en Barcelona, donde los alquileres se han reducido hasta un 10% y un 15%. Son las estimaciones de la Federación de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) y de Immosomni, la Asociación Inmobiliaria de Barcelona, respectivamente.
«En estos momentos existe una gran dificultad para cerrar operaciones de alquiler en Madrid y Barcelona, incluso en inmuebles de 800 euros. Los precios están claramente a la baja sobre todo en los últimos tres meses y en las zonas más tensionadas, que paradójicamente es donde el Gobierno quiere intervenir los precios», dice Jose María Alfaro, coordinador general de FAI, que agrupa a cerca de 900 agencias de todas España.
En Madrid, el mayor ajuste de precios se está producido dentro de la M-30, en los barrios de Argüelles, Chamberí, Fuente del Fresco o en otros zonas cercanas a la almendra central. El descenso de precios responden a una ley económica básica: la de oferta y demanda. El número de inmuebles en alquiler no ha parado de creer desde que estalló la pandemia, pero la demanda se ha retraído considerablemente.
Las viviendas que se han sumado al mercado proceden de los alquileres turísticos y de los alquileres de temporada, ocupados por profesionales o estudiantes que han tenido que abandonar las grandes ciudades debido a los nuevos hábitos de trabajo y movilidad. Por el lado de la demanda, las operaciones de compraventa acumulan ocho meses de caídas consecutivas, con un descenso del 13,8% en octubre, según los últimos datos de Instituto Nacional de Estadística (INE).
«El mercado del alquiler es muy cortoplacista. Un propietario no puede tener la casa cerrada sin dar rentabilidad a su inmueble, así que el que quiere alquilar su casa a candidatos solventes tiene que bajar los precios entre un 15% y un 20%», explica el experto inmobiliario. Los inmuebles de la periferia madrileña se mueven a otro ritmo. Allí el ajuste de precios oscila entre el 5% y el 10% de media.
En Barcelona los precios del alquiler se han ajustado menos que en Madrid. Han bajado entre un 10% y un 15%, aunque lo han hecho sobre todo en las viviendas de más de 1.200 euros ubicadas en las zonas más caras de la ciudad, como Sarrià, Sant Gervasi o Pedralbes. Se da la circunstancia de que la Generalitat de Cataluña intervino el precio de los inmuebles de alquiler el pasado mes de septiembre, lo que ha generado gran incertidumbre entre los propietarios y los inquilinos. «Todavía hay mucha confusión con la medida de la Generalitat. Además, esta semana ha entrado en vigor la norma que prohibe añadir gastos como el IBI o la comunidad a los contratos, si no estaban especificados en el contrato anterior, lo que ha complicado aún más las cosas», dicen desde la Asociación Inmobiliaria de Barcelona.
Más tiempo para vender una casa
El coronavirus no solo ha presionado los precios a la baja y ha retraído la demanda, también está ampliando los plazos para vender un inmueble. El tiempo que la mayoría de los agentes de la propiedad tarda en cerrar la venta de una vivienda oscila entre los dos y cinco meses, pero ahora esos plazos se están ampliando, y lo seguirán haciendo hasta que termine la pandemia del coronavirus.
«Durante el 2021, al menos en la primera mita, los tiempos para vender un inmueble irán creciendo mes a mes, aunque estamos convencidos de que el mercado no se va a parar ni se va a caer. El ladrillo es una valor claramente refugio y las condiciones de acceso a la financiación son magníficas y lo seguirán siendo», dice Alfaro
El problema del alquiler
La Federación Nacional de Agencias Inmobiliarias (FAI) ha denunciado en reiteradas ocasiones que el precio del alquiler se está convirtiendo en uno de los grandes problemas del mercado inmobiliario español. Por eso, pide al Gobierno de Pedro Sánchez que tome las riendas sobre la regulación del mercado.
Desde FAI piden medidas realista y alejadas del intervencionismos, como la bonificación del 10% en el impuesto autonómico de transmisiones patrimoniales para la adquisición de viviendas destinadas al alquiler o una línea de ayuda mediante créditos ICO para la rehabilitación de viviendas en alquiler. También piden que se cree una oficina autonómica de resolución extrajudicial de conflictos que contribuya a que afloren los alquileres no declarados. “Es hora de articular medidas que reflejen todas las realidades y con consenso entre los diferentes gobiernos autonómicos”, dicen los profesionales inmobiliarios.