Audiencia Nacional

Paul Tobin seguirá como dircom de BBVA para no acabar como cabeza de turco del ‘caso Villarejo’

Paul Tobin seguirá como dircom de BBVA para no acabar como cabeza de turco del ‘caso Villarejo’
Paul Tobin, director de comunicación de BBVA.

Paul Tobin, el director de comunicación de BBVA que acaba de ser imputado en la Audiencia Nacional por el ‘caso Villarejo’, no tiene previsto dimitir de su cargo, según fuentes cercanas a la entidad. La principal razón es que no quiere arriesgarse a convertirse en un chivo expiatorio de la investigación, ya que considera que salir del banco equivaldría a reconocer su culpabilidad.

Tobin no quiso hacer comentarios a esta información. Fuentes de BBVA explican que la imputación «no supone ningún cambio en el organigrama. La declaración de investigado no implica que se haya realizado una acusación formal por ningún delito».

Esta actitud recuerda a la adoptada en su día por Antonio Béjar, exdirector de riesgos de BBVA y posteriormente presidente de Distrito Castellana Norte (Operación Chamartín), quien se negó a dimitir tras ser acusado por el propio banco de ser el máximo responsable de la contratación de Cenyt, la empresa de Villarejo. Ante esta negativa, la entidad lo destituyó de forma fulminante.

En el caso de Tobin, el BBVA no le acusa de nada, pero el juez Manuel García-Castellón le imputa un delito de encubrimiento por «su  participación en la creación del Google Drive [archivos informáticos sobre Villarejo en el sistema del BBVA], su participación activa en el denominado “levantamiento de evidencias” y, por que, dada su posición, se evidencia un trato cercano al ex presidente de la entidad».

Otras fuentes añaden que Tobin tampoco se llevaría una gran indemnización en caso de marcharse, que cifran en torno a 1,5 millones.  Hay que recordar que el expresidente de Francisco González (al que el juez imputó el miércoles otro delito de administración desleal) dimitió de todos sus cargos para «no contaminar la imagen del banco» por el caso Villarejo con unos 110 millones entre su plan de pensiones y las acciones que ha recibido como retribución variable a lo largo de los años. Y que el antiguo consejero delegado Ángel Cano (también imputado) abandonó el BBVA con una compensación de 45 millones.

Arrojar luz sobre la posible ocultación

«La finalidad de la diligencia [la citación como imputado de Tobin] es arrojar luz sobre el procedimiento de búsqueda de información de lo sucedido, especialmente, determinar qué personas supieron del mismo, a quién se reportó y en qué término y, si se ha tratado de encubrir la participación de algún alto directivo o ejecutivo de la entidad», argumenta el magistrado en un auto.

Finalmente, García-Castellón considera necesaria la imputación de Tobin «por cuanto, vista la declaración de Inés Díaz y lo aportado por la defensa del BBVA, existe una clara contradicción que debe ser resuelta y, si no podemos contar con los metadatos, si al menos debemos de poder dar la oportunidad a Pablo García Tobín [nombre real de Paul Tobin] de que ofrezca su versión con todas las garantías procesales».

Inés García Ochagavia, jefa de Seguridad Corporativa de BBVA también imputada, declaró en su día que Tobin creó una carpeta en Google Drive para «levantar la información» que pudiera existir en el banco sobre los encargos a Cenyt, y que él daba los permisos de acceso a esa carpeta al resto de directivos.

Según el escrito de la Fiscalía, BBVA no ha aportado dicha carpeta ni tampoco la relación específica de metadatos para poder hacer la trazabilidad de los archivos, lo que «impide evidenciar qué personas estuvieron autorizadas a acceder y si existió borrado de algún archivo».

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