Pallete ‘premia’ a Alierta y eleva un 20% los fondos para la Fundación Telefónica en plena pandemia
El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, no se ha desmarcado de la Fundación Telefónica, donde se refugió el ex presidente de la operadora, César Alierta, cuando decidió abandonar la presidencia de la compañía y ceder el testigo a su delfín, en abril de 2016. Antes de ceder la presidencia -en diciembre de 2015-, Alierta aprobó una partida «irrevocable» para la Fundación de 325 millones de euros, que se agotó en 2019 al destinar los últimos 47,5 millones. En 2020, año de la pandemia y de recortes de ingresos por la menor actividad, Álvarez-Pallete ha aumentado en un 20% los fondos destinados a la Fundación de Alierta, hasta los 57 millones de euros.
Alierta, presidente de la operadora durante 17 años, y que en 2020 ha sufrido varios infartos y ha estado hospitalizado, se refugió en la Fundación tras salir de la presidencia de la operadora con la intención de impulsar la labor en Educación y Formación digital de los países pobres. Con esa intención aprobó en el consejo de diciembre de 2015, uno de sus últimos al frente de la operadora, la asignación irrevocable de 325 millones de euros para la Fundación.
De esos 325 millones, la operadora concedió en 2015 y 2016 poco más de 50 millones cada año: 56 millones en 2015 y, un ejercicio después, 53 millones. Álvarez-Pallete decidió en 2017, su primer año completo al frente de la operadora, elevó los fondos para la Fundación hasta los 96 millones, cifra similar a la que designó en 2018.
Al año siguiente, en 2019, la operadora completó los fondos de la asignación aprobada por Alierta antes de refugiarse en la Fundación y gastó los 47 millones de euros que quedaban de remanente -salvo un millón-. Ahora, en 2020, primer año en el que ya Álvarez-Pallete no estaba obligado por la partida ‘auto concedida’ por Alierta, Telefónica ha destinado 57 millones de euros a los programas de la Fundación.
Estrategias diferentes
Desde que llegó a la presidencia de Telefónica a mediados de 2016, Álvarez-Pallete ha dado un giro a la estrategia desarrollada por Alierta y también ha sustituido a los consejeros y directivos afines al aragonés por su propio Consejo y equipo directivo.
En 2020, año de la pandemia y de recortes de ingresos por la menor actividad, Álvarez-Pallete ha aumentado en un 20% los fondos destinados a la Fundación de Alierta, hasta los 57 millones de euros
Alierta protagonizó la expansión internacional de la compañía -hasta compró el 10% de China Unicom- y Álvarez-Pallete ha centrado el negocio de la operadora en cuatro mercados: Brasil, España, Reino Unido y Alemania. Además, Álvarez-Pallete -que fue director financiero de Alierta- se ha centrado en la reducción de la deuda, para lo que ha iniciado una carrera de desinversiones que ha dejado pocos activos sin el cartel de ‘se vende’.
Ese giro estratégico se ha producido con la alargada sombra de Alierta sobre su espalda. El ex presidente tenía al principio un despacho en la operadora, tenía consejeros afines en el consejo y era presidente de la Fundación Telefónica. Los primeros años de su mandato Álvarez-Pallete dobló la asignación de la Fundación, 2017 y 2018, hasta los 96 millones. Pero ya desde 2019 y también en 2020 la operadora ha vuelto a las cifras de en torno a los 50 millones anuales. El presupuesto de gastos de la Fundación en 2020 ha sido de 98 millones de euros, frente a los 104 millones de 2019.