Ouigo llega a Valencia: el AVE francés estrena nueva ruta con más de 35.000 plazas a la semana
Ouigo inaugura su segunda línea de alta velocidad en España que conectará en 1 hora y 50 minutos Madrid y Valencia con una oferta de más de 35.000 plazas a la semana en 5 frecuencias diarias de ida y vuelta. Una conexión que se convierte en un nuevo hito en la liberalización de las líneas ferroviarias en España y que apuesta por el tren como forma de movilidad con billetes desde 9 euros.
La filial de la empresa estatal francesa SNCF trae a Valencia un descenso del 50% en el precio medio de la alta velocidad, con una apuesta por la comodidad y la digitalización pero sin renunciar al lowfare. Esta bajada generalizada en el precio ha atraído a nuevos perfiles a la alta velocidad, como familias, jóvenes, estudiantes y autónomos, abriendo las puertas del tren a todos los bolsillos.
Unos trayectos que se realizarán con los trenes Alstom Euroduplex, que cuenta con la mayor capacidad del mercado español hasta superar las 500 plazas. Una apuesta por trenes más grandes que hacen reducir considerablemente la huella de carbono por trayecto en comparación con otros medios de transporte como el avión o el coche. Tanto es así que la nueva oferta semanal de Ouigo para Valencia equivale a 356 vuelos y a 17.815 desplazamientos en coche.
Un hito en la historia ferroviaria
«Hoy escribimos una nueva página de la historia ferroviaria española», ha anunciado Hélène Valenzuela, directora general de Ouigo España, en la inauguración del trayecto Madrid-Valencia. «Los ciudadanos han respondido a nuestras tarifas accesibles llenando nuestros trenes con una ocupación del 97%», añade.
«La liberalización no ha hecho más que empezar y todos debemos poner los medios para que no tenga fin», apuntaba durante el acto. «Las instituciones y la industria estamos llamados a trabajar conjuntamente para establecer un sistema de pesos y contrapesos que equilibre a largo plazo la financiación del sistema ferroviario español. Nos toca vivir un presente y un futuro lleno de retos e incertidumbres como el alza de los costes energéticos. Por nuestra parte, estamos luchando para no repercutirlos en el precio de los billetes y, así, no poner en riesgo la liberalización».