La OCDE destroza los planes de Sánchez y Calviño: menos crecimiento, más inflación, déficit y deuda pública
Severo correctivo de la OCDE al optimismo económico del Gobierno
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha arrumbado con el plan presupuestario enviado la semana pasada a la Comisión Europea por la ministra Calviño y avalado por el presidente Sánchez: España tendrá menos crecimiento del que estima el Ejecutivo en 2024, la inflación aumentará y nuestro país será incapaz de cumplir con el compromiso de higiene fiscal a que obligan las reglas de la Unión Europea, que en principio serán restablecidas el año próximo, de manera que el déficit se elevará al 3,5% -frente al 3% que prevé el Gobierno- y la deuda pública incluso crecerá hasta el 110% del PIB.
El informe sobre España publicado hoy por la organización con sede en París supone un correctivo en toda regla del optimismo que ha destilado el Gobierno a la hora de presentar su programa en Bruselas. Junto a la disconformidad sobre la evolución del déficit público, la distancia mayor reside en la estimación sobre el crecimiento de la economía en 2025, que el Gobierno fija en un 2% y la OCDE reduce hasta el 1,5%, una cota en la que la evidencia empírica demuestra que es imposible no sólo generar nuevos puestos de trabajo sino reducir el nivel de desempleo.
De hecho la OCDE prevé que la tasa de paro se situará el próximo ejercicio en el 11,5%, la más alta del Continente. Adicionalmente, algunas de las medidas que contempla el presidente en funciones Sánchez de cara a forjar una coalición que le permita ser investido de nuevo contribuirán a aumentar el gasto público -perjudicando el déficit, como opina la institución internacional- y la deuda pública, así como a elevar todavía más el número de desocupados.
Este es el caso de la intención de reducir la jornada laboral a 37,5 horas, la determinación de aumentar el Salario Mínimo Interprofesional, el aumento de impuestos que plantea sobre las empresas o el mantenimiento de los gravámenes de nueva generación sobre la banca y las eléctricas. Todas estas medidas contribuirán a reducir el potencial de crecimiento de la economía, complicará mucho más la vida de las compañías, ya asfixiadas por una intensa carga fiscal, y serán disuasorias para la inversión tanto interna como la que proviene del exterior.
La OCDE considera que las perspectivas demográficas de España y el elevado nivel de deuda publica del país hacen «imperativo» acelerar el ritmo de la consolidación fiscal. También recomienda la retirada de las medidas de apoyo desplegadas durante la crisis energética.»Es imperativo acelerar el ritmo de consolidación fiscal, dadas las perspectivas demográficas y la elevada deuda pública», recoge el ‘think-tank’ de las economías avanzadas en su ‘Estudio Económico de España’, presentado este miércoles en Madrid.
A juicio de la institución, será necesaria una consolidación fiscal sostenida para reducir la relación deuda pública/PIB y crear espacio para el gasto necesario y para responder a shocks futuros. «Dadas las malas perspectivas demográficas y las consiguientes presiones de gasto relacionadas con el envejecimiento, así como la necesidad de gastar más en la transición verde, parecería prudente acelerar el ritmo de consolidación fiscal para restaurar los niveles de deuda anteriores a la Covid en unos pocos años», advierte.
La OCDE, por la consolidación fiscal
La OCDE considera que España debe adoptar un plan de medio plazo para acelerar el ritmo de reducción del déficit y advierte de que dicha consolidación fiscal probablemente tendrá que depender tanto de mejorar la eficiencia del gasto como de movilizar ingresos adicionales. Su posición es similar a la de otras instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional, así como a las propias. Este es el caso del Banco de España, que lleva tiempo urgiendo al Gobierno a racionalizar el gasto público.
Entre los cambios de política económica recomendados por la OCDE se encuentra el aumento de la financiación para la educación y el cuidado infantil, vincular la edad de jubilación con la esperanza de vida y reducir las barreras regulatorias. Una estrategia de este tipo conducirían a una ganancia presupuestaria neta del 0,5% del PIB anual, asegura.
En su estudio, la OCDE destaca el aumento de la carga fiscal registrado, aunque subraya que no se ha prestado mucha atención a la eficiencia, señalando que hay margen para reducir aún más la evasión fiscal proporcionando a la Agencia Tributaria (AEAT) más recursos, para hacer más eficiente el sistema tributario y aumentar aún más los ingresos. Para conseguir un modelo fiscal más idóneo, que ayude al crecimiento económico, la organización recomienda elevar los impuestos indirectos -el IVA- a cambio de reducir la tributación en el Impuesto de la Renta (IRPF) y sobre el capital.