Ni Melchor ni Baltasar: Gaspar es el mejor inversor de los tres Reyes Magos

Ni Melchor ni Baltasar: Gaspar es el mejor inversor de los tres Reyes Magos

Cada 5 de enero por la noche, Melchor, Gaspar y Baltasar hacen felices a millones de niños dejando (siempre que se hayan portado bien) regalos bajo sus árboles de Navidad. A decir verdad, nadie sabe qué hacen exactamente los Reyes Magos el resto del año, se supone que prepararse para tan ardua tarea, pero de algún modo tienen que financiar los juguetes que llevan hasta las casas.

Así, cabe la posibilidad de que Sus Majestades inviertan en los mercados con el objetivo de obtener una buena rentabilidad. Los Evangelios no aclaran el lugar exacto de procedencia de cada uno. Sin embargo, tomaremos como referencia los que se especifican la novela más conocida de Lewis Wallace: Ben-Hur. Así, Melchor procedería de la India, Gaspar de Egipto y Baltasar de Grecia. Pero, ¿quién es el mejor inversor?

Suponiendo que cada rey mago haya invertido por valor de 10 dólares en su país (cinco en Bolsa y cinco en renta fija) en el último año, el claro ganador sería Gaspar. Y es que pese a que la libra egipcia se ha depreciado hasta un 57% en los últimos doce meses, su principal índice ha registrado una revalorización del 79,5% y el bono a 10 años se ha encarecido un 11,2% en ese tiempo. De este modo, dando por hecho una inversión en ETF replicando el EGX30, por cada 10 dólares Gaspar habría recibido 14,83, una ganancia del 48,3%.

Ninguno de los fondos a nivel mundial que recoge Morningstar ofrece rentabilidades superiores. El que más se acerca es el Aberdeen Global – Russian Equity Fund A2, que registró en 2016 ganancias de en torno al 45%. Gaspar, además, es el único de los tres Reyes Magos que habría conseguido rendimientos positivos en el último año.

Melchor, siempre según lo narrado en Ben-Hur, habría nacido en la India. En el último año, su divisa, la rupia, ha sufrido una devaluación del 2,12% respecto al dólar y su selectivo, el Sensex, se ha revalorizado un 4,83%. No obstante, el valor del bono a 10 años ha caído, concretamente un 17,75%, lo que habría lastrado las cartera del rey de barba blanca hasta perder un 8%. Por cada 10 dólares, el bueno de Melchor se habría quedado con 9,20.

Según Wallace, el último de los tres Reyes Magos, Baltasar, a pesar de que suele decirse que representa al pueblo de África, procede de la mismísima Atenas. La moneda de Grecia es el euro, algo que Baltasar sin duda debe de agradecer, pues de lo contrario su divisa seguramente habría sufrido una fuerte devaluación. Sin embargo, las políticas de estímulo de Mario Draghi han hecho a la divisa comunitaria retroceder un 1,94% en el último año frente al dólar. De este modo, con la subida del principal índice griego en el mismo período (+6,47%) y la pérdida de rentabilidad del 21,17% de su bono a diez año, la cartera de Baltasar se habría depreciado un 9,5%. Del billete 10 dólares de 2016, al último rey mago le quedarían 9,05.

¿Y qué hay de Papa Noel? Ciertamente, su origen proviene de Nicolás de Bari, un obispo del Siglo IV que nació en Patara, Turquía. En un principio, Santa Claus ni siquiera vestía de rojo, sino de verde, y portaba cruces en su vestimenta, algo que hoy en día ya no hace. Es Papá Noel el que más afectada habría visto su cartera, pues la fuerte devaluación de la lira turca ((-16,24%) no ha sido amortiguada por las subidas del BIST100 (+7,72%) y del valor del bono a diez años (+2,13), por lo que la cartera del modernizado Nicolás de Bari se habría devaluado un 12,7%. De los cuatro repartidores de regalos, Santa es el peor inversor, y de los 10 dólares invertidos le quedarían tan sólo 8,73 en su cartera.

Gaspar se erige así como el mejor inversor de Oriente Medio de manera clara. Todo esto, por supuesto, son suposiciones. Y es que es tal el misterio y la discreción que rodea a los Reyes Magos que, como ya hemos dicho, se desconoce realmente tanto su lugar exacto de procedencia como las actividades que hacen a lo largo del año. Lo que sí sabemos es que si Sus Majestades invirtieran en sus países de origen, tanto Melchor como Baltasar lo habrían tenido más complicado que Gaspar para premiar a los niños que mejor se hayan portado.

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