Los minoritarios acusan a la familia Martínez Sampedro de beneficiarse a costa de los accionistas

Codere Bolsa
Una casa de apuesta de Codere.
Borja Jiménez

La Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (AEMEC) ha manifestado, en declaraciones a OKDIARIO, el “grave conflicto de interés” encubierto en la reestructuración financiera de Codere, la compañía de apuestas cotizada. Bajo el punto de vista de estos minoritarios, los miembros de la familia Martínez Sampedro “han hecho prevalecer su interés personal en detrimento del interés de todos los demás accionistas”.

El abogado y portavoz de estos accionistas, que representan cerca de un 7% de la antigua Codere, ha explicado a este periódico que en el acuerdo de reestructuración societaria de la compañía existía un derecho de recompra por parte de la familia Martínez Sampedro –accionistas mayoritarios al ostentar un 15% del capital-; sin embargo, una vez ejercido ese derecho, han acabado con más de un 20%. “¿Cómo puede ser?”, se resignaba un minoritario en OKDIARIO.

Debido a esta treta, todos los accionistas minoritarios de la antigua Codere, que tenían cerca del 40% de la compañía, se van a quedar con una participación de apenas un 2 o 3% de la nueva Codere, “lo que implica prácticamente una dilución del 100% del capital que tenían en la antigua sociedad, mientras que paradójicamente los socios mayoritarios van a pasar a tener más porcentaje sobre la compañía, y luego Masampe, la sociedad jurídica, también tendrá beneficios en paralelo”, explica el abogado.

Sin embargo, según diversas fuentes, la familia Martínez Sampedro siempre ha defendido que no estuvieron en el momento de aprobarse toda la reestructuración de la compañía, es decir, que ni participaron en la deliberación ni en la aprobación de los acuerdos. “Pero paradójicamente eso no tiene sentido porque ellos la reestructuración societaria la firmaron como accionistas”, explica el abogado.

Ha ocurrido algo que nunca había ocurrido. Normalmente en una reestructuración societaria la que firma es la compañía, con los diversos acreedores que haya; en este caso lo que ha pasado es que la reestructuración societaria la ha firmado la compañía, con los acreedores, pero también la han firmado los accionsitas de control, que son los miembros de la familia Sampedro, en calidad de accionistas. Eso quebranta el derecho de paridad de trato de todos los accionistas porque la reestructuración sólo la han firmado algunos accionistas”, continúa explicando el abogado a este digital.

Por todo esto, la familia ha sido impugnada judicialmente por los minoritarios, que representan un 7%. “Han impugnado todos los acuerdos sociales que se han articulado a partir de la reestrucutración de la compañía basados en un conflicto de interés, que con la reforma de la Ley de Sociedades de capital ni siquiera podrían haber votado en las diversas juntas que han tenido lugar para la aprobación de esos acuerdos”, explican las mismas fuentes.

Consecuencia de lo anterior es que AEMEC, que representa al grupo de minoritarios, votará en contra de la aprobación de todos aquellos acuerdos propuestos que provienen de la restructuración de Codere. En concreto, la emisión de 140,53 millones de warrants que provocará un nuevo aumento de capital de la compañía con exclusión del derecho de suscripción preferente, para su entrega libre a los altos directivos de Codere. En opinión de AEMEC, este acuerdo propuesto es otra muestra del trato de favor que se ha dado en todo el proceso de reestructuración a los consejeros ejecutivos en detrimento de los accionistas minoritarios de Codere.

Por último, AEMEC anuncia que se impugnaron judicialmente los acuerdos sociales que componen la restructuración de capital y deuda de Codere, y que ya anunciaron representantes de accionistas minoritarios en la última Junta General de la Compañía.

Por medio de la impugnación judicial de los acuerdos sociales, presentada el pasado 29 de julio ante el juzgado de lo mercantil, los accionistas minoritarios han puesto de manifiesto “el claro conflicto de interés que ha reinado en la restructuración de la Compañía y que les ha llevado a la dilución de prácticamente el 100% de su participación, en beneficio de los accionistas de control cuya participación en la Compañía se verá incrementada a la finalización del proceso de restructuración”.

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