Los minoritarios de Abengoa afrontan la quiebra si más del 4% de los acreedores rechaza el plan de rescate
Si se salva, la 'vieja Abengoa' será un mero holding tenedor del 3,5% de la 'nueva Abengoa'
La estructura será similar a la de Pescanova, y bancos y proveedores asumen nuevas quitas
El plan de refinanciación de Abengoa para evitar el concurso de acreedores, aprobado finalmente ayer gracias al apoyo del ICO como adelantó OKDIARIO, no contempla la salvación de la ‘vieja Abengoa’, la que cotiza en bolsa. Si más del 4% de los acreedores de esta compañía no acepta convertir su deuda en acciones, entrará en disolución y sus títulos valdrán cero.
En una comunicación a la CNMV, la ‘nueva Abengoa’ que asumirá toda la actividad de la compañía (llamada AbenewCo) deja claro que «aunque el grupo AbenewCo mantenga su viabilidad con el cierre de la operación, no sería suficiente para poder reequilibrar el patrimonio de Abengoa SA» (la ‘vieja Abengoa’), que se encontraba en causa de disolución al cierre de 2019 con un patrimonio neto negativo de 388 millones. «Abengoa SA requiere para reestablecer el equilibrio patrimonial la conversión de 153 M€ de deuda en préstamos participativos con un nivel de adhesiones necesarias del 96%».
Es decir, con que un 4,1% de esos 153 millones se opongan a convertirse en accionistas, la ‘vieja Abengoa’ tendrá que ser disuelta, lo que conlleva que las acciones que cotizan actualmente en bolsa pasarán a valer cero. Los sufridos minoritarios de la compañía, que ya acumulan grandes caídas, no solo perderán el resto de su dinero, sino que se quedarán sin ninguna posibilidad de recuperar al menos una parte. Las acciones de Abengoa están suspendidas de cotización desde el 14 de julio.
Y la cosa no pinta bien: un portavoz de la empresa reconoce que «a fecha de hoy, el porcentaje acumulado de adhesiones a esta fórmula no es todavía suficiente». Esos 153 millones son «deuda comercial», es decir, con proveedores en pago de suministros y servicios.
En el caso de que se consiga esta adhesión y que se salve, el futuro de la ‘vieja Abengoa’ no es nada halagüeño: se romperá el grupo contable y fiscal del que actualmente es cabecera y se convertirá en un mero holding tenedor como máximo del 2,7% de la ‘nueva Abengoa’ (AbenewCo), que será quien se quede todos los activos y operaciones. Y eso, inicialmente, porque ese porcentaje bajará a medida que los diferentes acreedores vayan convirtiendo sus créditos en acciones, lo que provocará la consiguiente dilución (pérdidas por menos valor de su participación) para la ‘vieja Abengoa’ cotizada.
Nuevas quitas y conversiones en acciones
La refinanciación acordada este jueves con los principales acreedores de la ‘nueva Abengoa’ contempla nuevas quitas y conversiones de deuda en capital de esta compañía, es decir, más sacrificios para los bancos y los fondos de inversión que se suman a los que llevan haciendo en las sucesivas reestructuraciones desde que la empresa entró en concurso de acreedores en 2015. La estructura es muy compleja, pero contempla en general quitas del 50% para varios grupos de acreedores o bien la conversión de esos créditos en capital de AbenewCo. El Santander, principal acreedor de la empresa, es el único que se reserva garantías adicionales que, si debe ejercerlas, implicarán una mayor dilución para los demás.
Y no solo deben asumir estos sacrificios, sino poner nuevo dinero, si bien avalado en un 70% por el ICO. Se trata de 203 millones ampliables a 230, cuya concesión está condicionada a que la Junta de Andalucía aporte otros 20 millones, algo que no está todavía cerrado como informa hoy OKDIARIO. También se habilita una línea de avales de 126,4 millones (que puede alcanzar 300), de los que el 60% está cubierto por CESCE, empresa pública de crédito a la exportación.
El acuerdo también exige a los proveedores que asuman una quita del 20% en su deuda (392 millones) y un plazo de 20 años para cobrar su dinero. Sí han conseguido que Abengoa destine a ese pago lo que obtenga si vence en diferentes procedimientos judiciales y arbitrajes en que está inmersa.
Los acreedores de Abengoa incluyen a Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Ibercaja, Bankinter o Liberbank, así como varios fondos de capital riesgo encabezados por KKR.
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