El ministro de Economía italiano reconoce que la falta de Gobierno está retrasando la venta de Alitalia

Alitalia
Un avión regular de la compañía Alitalia.

El ministro saliente de Desarrollo Económico, Carlo Calenda, reconoció este sábado que se está demorando la solución para el futuro de la aerolínea Alitalia, gestionada por administradores concursales desde hace casi un año, pero admitió que sigue habiendo márgenes para su compra.

«Los comisarios han hecho lo que les hemos pedido. Los compradores han desacelerado debido a la situación política, pero hay espacio (para la venta)», dijo Calenda, en un mensaje en la red social de Twitter, refiriéndose a la coyuntura del país, que el 4 de marzo celebró elecciones generales que dieron como resultado un panorama político muy fragmentado.

«La nacionalización no elimina el problema industrial, la liquidación significa regalar las rutas y los aviones», añadió.

A principios de enero, Calenda declaró que esperaba que antes de febrero se conociera el nombre del comprador de Alitalia y a finales de aquel mes ya moduló su discurso y amplió el plazo. El mandatario confió entonces en que la solución para el futuro de la que un día fue la aerolínea de bandera de Italia llegase antes de las elecciones generales de marzo.

Sin embargo, la falta de acuerdo total con las empresas que han mostrado su interés en comprarla está haciendo que el proceso se alargue.

El Gobierno italiano ya ha dicho en reiteradas ocasiones que no quiere malvender Alitalia pero la compañía, que tiene un importante agujero en sus cuentas, necesita un comprador y las empresas que han mostrado su disponibilidad no quieren a adquirirla sin condiciones.

Hasta el momento, hay oficialmente tres interesados en la aerolínea: la alemana Lufthansa, la británica de bajo coste EasyJet y el fondo de capital privado Cerberus, esta última opción ha sido descartada por el mercado. 

Aunque en los últimos días la Casa de Depósitos y Préstamos italiana ha abierto la puerta a valorar si presentar una oferta siempre y cuando la aerolínea detalle un plan industrial factible y sostenible.

Poco se sabe de las ofertas presentadas, pues los administradores concursales no han dado detalles, aunque los medios italianos han apuntado que en el caso de Lufthansa, la alemana habría pedido despedir a unos 6.000 empleados, casi la mitad de la plantilla.

Por su parte, EasyJet se haría con «ciertos activos» de una «Alitalia reestructurada», tal y como declaró meses atrás a Efe en Londres un portavoz de la compañía.

Alitalia no tiene beneficios desde 2002 y se encuentra en manos de tres administradores concursales desde mayo de 2017, que negocian con potenciales compradores con la intención de salvarla de la quiebra.

La empresa italiana tuvo que recurrir al Gobierno, después de que sus trabajadores tumbaran en referéndum un plan industrial que la dirección quería aplicar para sanar las cuentas.

Hace una semana, el 23 de marzo, Alitalia anunció que había firmado un acuerdo comercial con All Nippon Airways (ANA) en Tokio para operar de forma conjunta a partir de octubre en las conexiones directas entre Italia y Japón y algunas rutas domésticas en ambos países.

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