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Mediobanca sospecha que el Gobierno se niega a salir de Caixabank: «¿A qué espera para vender?»

Mediobanca, Gobierno, CaixaBank
Nadia Calviño tiene la última palabra sobre la venta de CaixaBank.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La venta de participaciones estatales en bancos rescatados por parte de varios países ha puesto el foco en el 17% que posee el FROB en CaixaBank y en la negativa del Gobierno de Pedro Sánchez a aprovechar el buen momento para salir del capital. Algo que está levantando sospechas en el mercado de que, en realidad, no quiere hacerlo.

«Mientras otros países están llevando a cabo colocaciones exitosas, y potencialmente desbloqueando fusiones, España ha hecho lo opuesto: primero, arreglando Bankia con CaixaBank (transfiriendo la propiedad gubernamental) y parece que ahora evitando la privatización del capital en manos del Estado», sostiene el banco de inversión Mediobanca.

Y añade: «CaixaBank cotiza por fin a su valor contable, ¿a qué espera el Gobierno español para salirse?». Los bancos llevan años cotizando por debajo de ese valor en libros, es decir, el mercado los valoraba por debajo del precio de sus activos. Algo que se explicaba por los estrechos márgenes provocados a su vez por los tipos negativos del BCE.

Con la subida de los intereses en el último año, los márgenes y los beneficios se han disparado, lo que ha impulsado las cotizaciones hasta recuperar ese valor en libros en algunos casos como el de CaixaBank.

Por tanto, el momento es el mejor de los últimos años para acometer esta desinversión, como demuestran las colocaciones del Monte dei Paschi di Siena en Italia o del Banco Nacional de Grecia. Países Bajos también ha colocado en las últimas semanas un paquete del ABN Amro  e Irlanda ha hecho lo mismo en el AIB Group.

La pregunta de Mediobanca es la que se está haciendo todo el mundo en el mercado. Y la sospecha es que el Gobierno no quiere vender ese porcentaje en CaixaBank, según fuentes del mercado. Algo que casa con el afán renacionalizador del Ejecutivo de Pedro Sánchez que se ha evidenciado en el asalto al consejo de Indra y, sobre todo, en su intención de comprar un 5% de Telefónica (o más) y de entrar en su consejo para compensar el desembarco de la saudí STC en su capital.

La parte de Sumar -y antes la de Podemos- en la coalición nunca ha ocultado su intención de nacionalizar empresas de sectores estratégicos o crear nuevas compañías públicas: hablan recurrentemente de una eléctrica pública y Sumar llevaba en su programa electoral la creación de un banco público. En este último caso, como el Estado ya tiene ese 17% de CaixaBank, la coherencia con esos postulados implicaría elevar esa participación; o, al menos, no venderla.

La incógnita Calviño

La incógnita es qué pretende hacer la parte socialista del Gobierno, en concreto Nadia Calviño, de quien depende el FROB. Que, además, como es bien sabido, espera salir del Ejecutivo en breve con destino al BEI. De momento, no tiene prisa, ya que la Comisión Europea concedió el año pasado una nueva prórroga para esa desinversión hasta diciembre de 2025.

Pero seguir esperando implica el riesgo de que se acabe el buen momento bursátil actual y tener que vender a un precio más bajo, con lo que se recuperaría todavía menos de los 24.000 millones del rescate de Bankia.

El 17% de CaixaBank, a pesar de la subida de la acción, vale sólo 5.600 millones aproximadamente. Hasta ahora, se han recuperado algo menos de 4.000 millones con los dividendos cobrados y con lo obtenido en dos colocaciones de Bankia: 1.304 millones en 2014 mediante la venta del 7,5%, y otros 818 millones en 2017 por el 7%  Sumando todo, el dinero que  ingresaría el Estado se quedaría por debajo de los 10.000 millones, en torno al 40% de los 24.000 millones del rescate de 2012.

Mediobanca recomienda infraponderar CaixaBank no por el riesgo de venta del Estado, sino porque cree que tiene poco recorrido adicional al alza en Bolsa. Las razones son que tiene un capital del 12,3% tras la recompra de acciones, un dividendo de entre el 50% y el 60% del beneficio, una valoración de una vez su valor en libros y una prima superior al 10% respecto a la valoración del resto del sector. Además, su elevada sensibilidad a los tipos de interés, que le ha permitido disparar su beneficio, se dará la vuelta con el fin de las subidas y el comienzo de las bajadas.

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