Más problemas para AXA: huida masiva en la cúpula del brazo de gestión de la aseguradora

Sede de Axa en Madrid (Foto: AXA).
Sede de Axa en Madrid (Foto: AXA).
Borja Jiménez

AXA atraviesa momentos convulsos. A la caída de su cotización y de sus beneficios se suma ahora una huida masiva en el brazo inversor de la compañía. Y es que, a la anunciada salida de Andrea Rossi como director ejecutivo de Axa Investment Managers, hay que sumar las demás bajas que se están produciendo en la firma. Sin ir más lejos, Christof Kutscher, presidente de la junta directiva, también ha renunciado a su cargo y, con ellos, según ha podido OKDIARIO, «se van varios trabajadores».

El motivo de estas salidas, aunque no es oficial, pasa por distintos desencuentros a la hora de dirigir la estrategia de inversión en la compañía que han acabado con la paciencia de quien llevaba ejerciendo como CEO de AXA IM desde el año 2013.

La reestructuración, en este sentido, está resultando ser una odisea para la gestora de AXA, toda vez que para suplir a Rossi han suplicado al veterano Harlin, director general adjunto del grupo que hace apenas unos días anunciaba su retirada, para que no sólo se mantenga en el grupo, sino que coja las riendas del mismo.

Thomas Buberl, director ejecutivo del grupo, ya ha anunciado que Harlin ha accedido a posponer su retirada y ha «agradecido» que «haya aceptado asumir esta misión y retrasar su fecha de jubilación». De este modo, Harlin también asumirá el papel de presidente ejecutivo de Axa IM el próximo mes de diciembre.

«Axa IM es un activo estratégico para Axa», ha asegurado Buberl, que ha confiado en que «la experiencia y el liderazgo de Gérald permiten aprovechar la energía de los empleados y entrar en esta nueva fase estratégica antes de dar el relevo a su sucesor».

«La calidad de los equipos de inversión de Axa IM, la diversidad de nuestra experiencia en términos de soluciones de inversión y geografías, así como nuestras fuertes convicciones en términos de responsabilidad como gerente activo son activos poderosos que nos ayudarán en el logro de objetivos estratégicos ambiciosos», ha añadido Harlin.

Mal momento

AXA no atraviesa su mejor momento. En 2018, su beneficio se desplomó un 66%, hasta los 2.140 millones de euros; desde enero del mismo año, sus títulos se desploman en Bolsa casi un 20% y, quizás lo más preocupante, las quejas a través de las redes sociales se están multiplicando en nuestro país.

La aseguradora francesa AXA vio reducido su beneficio en un 66% en 2018. La amortización del diferencial de la adquisición de AXA Equitable Holdings le restó 3.000 millones de euros al resultado neto, lo que lastró con fuerza sus cuentas. También pesaron la transformación de la cartera de seguros de vida colectivos en Suiza (400 millones de euros), el aumento en los costos de reestructuración y de cargas excepcionales por la salida a Bolsa de AXA Equitable Holdings y la compra de Groupe XL, operación finalizada en septiembre por 15.300 millones de dólares.

Por otro lado, AXA pierde, desde enero de 2018, prácticamente un 15%, toda vez que sus títulos han pasado de cambiar de manos a un precio de 27,34 euros, a los 24 euros actuales.

Para hacerse una idea del mal camino bursátil de AXA, basta fijarse en su índice de referencia, el CAC 40 francés, que en lo que va de año ha subido un 18% -en contraposición a la caída del 3% de la aseguradora- y desde enero de 2018 acumula una subida del entorno del 3% -frente a la caída del 20% de AXA-.

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