Maduro pretende pagar con crudo a Iberia los 200 millones que no le deja expatriar de Venezuela

Venezuela
Nicolás Maduro. (Foto: AFP)
María Villardón

El Gobierno de Nicolás Maduro pretende pagar a Iberia en petróleo los 200 millones de euros que el Ejecutivo le tiene retenido en suelo venezolano. El ‘modus operandi’ de abonar con crudo las deudas contraídas por el Ejecutivo bolivariano se está convirtiendo en habitual, sobre todo desde que el precio del Brent bajó hasta los 26 dólares en enero de 2016 y las arcas públicas se han quedado desabastecidas de divisa estadounidense.

Uno de los obstáculos a los que se enfrentan día a día las compañías españolas en Venezuela son, además de la inseguridad jurídica y el intervencionismo del Gobierno en la economía venezolana, es la imposibilidad de las corporaciones de repatriar en divisas los dividendos generados ante la inexistencia de autorizaciones desde hace más de una década.

Un problema que es conocido como trapped cash o caja atrapada y que Venezuela lleva hasta las últimas consecuencias. Desde hace más de diez años, debido al autoritario control de la divisa, las empresas extranjeras que operan en el país repatrian el dinero de manera muy dosificada. Un hecho que obliga a las sociedades a tener que reinvertir en el mismo país o dar por hecho que quizá no saque su dinero en mucho tiempo.

Está siendo el caso de la aerolínea. Iberia tiene atrapados 200 millones de euros y el régimen de Maduro pretende saldar su deuda pagando con crudo, uno de sus recursos naturales más preciados y la industria sobre la que se asienta toda su riqueza. Por su parte, desde la compañía afirman a OKDIARIO que con respecto a este asunto “no hay nada de nada” y que sus planes “son seguir volando a Venezuela”.

Hasta el momento, que se conozca, el Ejecutivo no había tenido la pretensión de pagar con ‘oro negro’ a las empresas asentadas en el país, aunque es una práctica habitual del Gobierno de Maduro para abonar sus deudas como es el caso de China. Con el país asiático tiene una deuda contraída de 65.000 millones de dólares y China se lo cobra con importación de petróleo ante la imposibilidad del Gobierno de cumplir con sus pagos. 

El Centro Nacional de Comercio Exterior, antes conocido como CADIVI, es el organismo encargado de autorizar la repatriación de los beneficios de las compañías extranjeras en suelo venezolano. La institución fue creada en 2003 a través del decreto del control cambiario que impuso el Gobierno venezolano ese mismo año para evitar, según se anunció, la fuga de capitales.

En su momento, el presidente de IAG, Willie Walsh, advertía que el escenario de crisis económica del país de Maduro era preocupante y afirmaba que cortarían la relación con Caracas si las operaciones de la compañía perdían sentido comercial.

Inversión española de 5.000 millones de euros

El último informe económico y comercial de la Oficina Económica y Comercial de España en Caracas (julio 2015) señala que en el país bolivariano están presentes más de 100 filiales de capital español, entre ellas destacan a BBVA, Air Europa, Telefónica, Repsol, Mapfre e Iberia. Todas ellas son empresas que operan en los sectores que son considerados por el Ejecutivo de Maduro.

La inversión española en Venezuela asciende a casi 5.000 millones de euros, según datos del Banco Central de Venezuela (BCV). A tenor de estas cifras, el papel de las compañías españolas es importante “para el desarrollo de las relaciones económicas” entre ambas naciones, aunque reconoce el organismo que la colaboración es “mejorable”.

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