Cómo afecta el estado de ánimo a la hora de invertir

Cómo afecta el estado de ánimo a la hora de invertir
Si nos encontramos en un estado de ánimo más bajo, la aversión al riesgo aumenta y se invierte menos (Foto: GETTY/ISTOCK).

Las personas no somos máquinas y, por lo tanto, nuestro estado anímico afecta nuestro día a día y, también, la toma de decisiones. En términos de inversión, se ha demostrado que, a más euforia o alegría, más tendencia a invertir y, además, a hacerlo en activos de mayor riesgo.

Nuestra situación personal influye en la forma de percibir el riesgo y, cuando nos encontramos más optimistas, esta sensación disminuye. De la misma forma, cuando salimos de una inversión exitosa, esta euforia puede llevarnos a realizar otra sin antes realizar los análisis necesarios para ello.

Por el contrario, se puede dar la situación opuesta: en caso de encontrarnos en un estado de ánimo más bajo, la aversión al riesgo aumenta y se invierte menos. Lo mismo pasa en caso de haber salido de una inversión que no ha salido como se esperaba. Como consecuencia, esta actitud nos puede llevar a dejar escapar buenas oportunidades.

Para evitar que lo comentado anteriormente afecte a nuestra capacidad racional para tomar decisiones, se recomienda seguir los siguientes puntos:

Llevar un registro de todas las inversiones realizadas

Es importante tener un lugar en el cual se ordene, de forma cronológica y por ámbito, las distintas inversiones que se han decidido emprender, el tiempo durante el cual se han mantenido, su evolución y rentabilidad definitiva.

De esta forma, tenemos una visión más histórica y global de la cartera y evitaremos caer en estados de excesiva euforia o pesimismo. Del mismo modo, nos sirve para ver en qué sectores o ámbitos hemos conseguido una mayor rentabilidad y, de esta forma, estimar si donde ahora tenemos previsto invertir habrá la misma suerte o no.

Consultar diferentes fuentes de información antes de tomar la decisión sobre invertir

No hay que dejarse llevar por una simple opinión o fuente de información. Antes de invertir en cualquier ámbito, hay que tener un profundo conocimiento del sector y consultar varias fuentes (fiables todas ellas, claro), para determinar si la probabilidad de acierto es alta o no.

No invertir de golpe grandes sumas de dinero

Es peligroso invertir una parte muy importante del capital en una sola inversión, ya que se focaliza todo el riesgo en ella. Del mismo modo, se recomienda diversificar entre inversiones de mayor y menor riesgo, para compensar de esta forma posibles pérdidas en una de ellas.

No dejarse influenciar por estados de ánimo ajenos

La percepción que tiene el entorno también afecta nuestra forma de entender y ver el mundo. Ahora bien, hay que tener en cuenta que las circunstancias ajenas no son propias y que nosotros debemos fijarnos en los aspectos racionales alrededor de la inversión, no en el optimismo o pesimismo de la gente de nuestro alrededor.

Centrarse específicamente en la inversión que se está estudiando

El hecho de que nos encontremos en un contexto general de crisis no significa que todas las inversiones tengan que salir mal. Del mismo modo, el hecho de estar en un contexto expansivo no implica que todas las inversiones serán altamente rentables. Por lo tanto, hay que fijarse concretamente en la inversión que llevamos a cabo y no dejarnos influir sobre el contexto general de pesimismo u optimismo.

Lo último en Economía

Últimas noticias