La intervención del BCE devuelve a la rentabilidad del bono español a niveles de abril
El interés de la deuda española a diez años llegó a caer este martes hasta el 1,79% y mantenía su tendencia a la baja tras la creación del Instrumento para la Protección de la Transmisión (TPI, por sus siglas en inglés) por el Banco Central Europeo (BCE), con lo que vuelve a niveles de abril.
El 14 de junio pasado, un día antes del anuncio de que se iba a crear una herramienta para combatir los diferenciales de deuda de los países del euro, la deuda europea alcanzó sus máximos este año y el bono español llegó al 3,1%, una rentabilidad no vista desde mediados de 2014. Por su parte, el bono alemán, referencia de solvencia en Europa, presentaba un rendimiento del 1,74%, niveles de finales de enero de 2014, y ahora está por debajo del 0,8%.
Tras el anuncio hecho por el BCE en una reunión de urgencia, comenzó una tendencia a la baja en el interés de la deuda europea que se intensificó a partir del 21 de julio, cuando el BCE subió 50 puntos los tipos de interés y dio a conocer los detalles, escasos según los analistas, del TIP para evitar la fragmentación de los mercados. Ese día, el rendimiento del bono español se situaba en el 2,47 % y el alemán en el 1,21 %.
La explicación de estos movimientos en el mercado secundario de deuda se debe a que existe «cierta sensación de que las rentabilidades de la deuda han marcado un techo» y que «lo peor, en términos de inflación, ya ha pasado», según el director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía, Pedro del Pozo. Los analistas de Eurizon coinciden en su previsión de inflación a la baja en el segundo semestre de 2022 acompañada de una ralentización económica. Además, destacan que el «BCE fue eficaz al preparar al mercado para el ciclo de subidas de tipos y convincente al definir el mecanismo antifragmentación».
El resto de los países periféricos también han visto bajar, desde los anuncios del BCE, el interés de sus emisiones de deuda y hoy el bono portugués tiene un rendimiento del 1,71 %; el griego, del 2,83 %; y el italiano, pese a la crisis política que se ha traducido en elecciones anticipadas, del 2,93 %