La inflación se come la nómina de los españoles: les obliga a tirar de ahorro para financiar su gasto
La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) alerta de que la perdida de capacidad de compra de los consumidores como consecuencia de la inflación desbocada del Gobierno de Pedro Sánchez. Hasta tal punto se han disparado los precios en España en los últimos meses, que los españoles ya tienen que tirar de ahorros para financiar su gasto al ver como se esfuma el dinero de su nómina por el encarecimiento de la energía y los combustibles.
Así lo desprende el informe de Funcas sobre las ‘Previsiones Económicas para España 2022-2023’, al que ha tenido acceso este diario, que refleja la preocupación del centro de estudios por el impacto de la subida de los precios en los bolsillos de los españoles, ya que además de una pérdida de poder adquisitivo provocará una caída de la demanda interna después de la euforia de gasto en verano por el encarecimiento de los productos y los servicios.
«Los hogares tirarán del ahorro para financiar su gasto, algo que permitirá un leve crecimiento del consumo privado pero con un mayor retroceso en relación a la previsión realiza en el mes de marzo», avisa Funcas en el citado informe.
En concreto, explican que «la aportación de la demanda interna -gasto que hacen los agentes económicos residentes de un país- será sólo de 2,1 puntos, es decir 1,7 puntos menos que en la previsión de marzo». «Este recorte refleja principalmente la pérdida de capacidad de compra de los consumidores como consecuencia de la inflación: la renta disponible de los hogares se incrementará un 6% a precios corrientes, gracias al ligero repunte de los salarios unido al crecimiento del empleo, lo que implica un descenso del 2,6% una vez descontado el Índice de Precios al Consumo (IPC)», concretan desde el centro de estudios.
España camino de la recesión
Una situación que podría derivar en una fuerte desaceleración, que podría llegar incluso a rozar la recesión -dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo- ya que en el cuarto trimestre de 2022 estima que el crecimiento del PIB sea del 0% y en el primero de 2023 sea «ligeramente» positivo, todo tras el ‘boom’ de verano en un contexto de incertidumbre por la guerra en Ucrania y de alza de precios pese a las medidas que ha puesto en marcha el Gobierno de Pedro Sánchez.
«Este rebote del turismo, el dinamismo de las exportaciones de bienes y servicios no turísticos y la pujanza del mercado laboral seguirán sosteniendo la actividad en los próximos meses. Sin embargo, perderán fuelle tras el verano, mientras que las perturbaciones geopolíticas, energéticas y monetarias ganarán peso en el cuarto trimestre del año», asegura Funcas en el citado informe.
No obstante, será la inflación la que siga marcando la pauta de la coyuntura. Partiendo de la hipótesis de unos precios energéticos al alza hasta la próxima primavera antes de estabilizarse pese a la puesta en marcha del tope al gas -la medida estrella de Sánchez-, en línea con los mercados de futuros, particularmente en el caso del gas, el deflactor del consumo crecerá este año un 8,8% y un 5% el que viene -teniendo en cuenta en plan para bajar los precios del Gobierno-.