La inflación cambia los planes del BCE: Draghi estudia adelantar los plazos del endurecimiento monetario

BCE
Mario Draghi. (Foto: Getty).
Borja Jiménez

La tasa de inflación interanual de la zona euro se ha situado en junio en el 2%, una décima por encima del dato del mes anterior, lo que representa la mayor subida de precios desde febrero de 2017. El Banco Central Europeo (BCE) tiene como fin único controlar la subida de precios para que se acerque al máximo al 2%… sin llegar a tocarlo. Por ello, la opción de acelerar el fin del dinero barato está más cerca que nunca.

Lo primero que hizo el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, cuando Eurostat dio a conocer el nuevo dato de inflación fue ponerse en contacto con muchos de los ministros de finanzas de la zona euro para advertirles de que en la próxima reunión, que se celebrará el próximo 26 de julio, se pondrá sobre la mesa la posibilidad de adelantar los plazos para el endurecimiento de la política monetaria o, dicho de otra manera, acabar antes con el dinero barato (véase subir tipos y reducir el volumen de comprar antes de lo previsto).

En el mes de junio, la energía registró una subida de precios interanual del 8%, frente al 6,1% del mes anterior, mientras los alimentos frescos se encarecieron un 3% desde el 2,4% de mayo. De este modo, fueron los precios de la energía los que hicieron que la inflación tocara el tan temido 2%.

El BCE ya avanzó que las compras de deuda finalizarían en el mes de diciembre de este mismo año. Además, la institución que preside Mario Draghi anunció también una reducción del volumen de compra de deuda desde los 30.000 millones al mes a los 15.000 millones a partir de septiembre y hasta final de año, momento en el que finalizarían del todo las compras de bonos soberanos y corporativos. Sobre la subida de tipos, el BCE ha insistido hasta ahora en que se mantendrán en negativo al menos hasta el verano de 2019.

Sin embargo, la subida en los precios podría generar una nueva vuelta de tuerca a la política monetaria de la zona euro. Esa será, precisamente, la decisión que estará sobre la mesa en la próxima reunión del BCE, que se celebrará el próximo 26 de julio.

Santiago Carbó, catedrático de la Bangor Business School, ha reconocido a OKDIARIO que «cuanto más se acerque la inflación al 2% en el conjunto de la zona euro más probable será que se puedan producir cambios en la estrategia de la política monetaria». Sin embargo, Carbó recuerda que el BCE ya ha señalizado claramente tanto los plazos como el final de las compras de deuda para final de año, y para el verano de 2019. «Ese es el escenario que yo creo que deberíamos considerar, porque es muy difícil que, una vez señalizado, se cambie», analiza el experto.

«No olvidemos que estamos en un contexto de mercado de deuda soberana muy anestesiada y muy apoyada en la estrategia del Banco Central Europeo, por lo que si se adelantara el endurecimiento, podría haber algún problema en los mercados de deuda soberana», continúa Carbó que, aunque opina que el cambio en la política monetaria «no es descartable», no cree que finalmente se adelanten los plazos. 

El economista José Carlos Díez, por su parte, explica que «el BCE ya ha advertido de que su objetivo es la inflación subyacente y la inflación más estable, quitando los precios de la energía. Lo que estamos viendo ahora es una subida en los precios de la energía, y eso no les va a hacer cambiar su política monetaria». «De hecho -continúa Díez- incluso alargó un poco más el escenario de subidas de tipos, y eso se reflejó con una bajada del euro y con una bajada de los tipos de la deuda pública en el largo plazo. Por tanto, a pesar de la subida del petróleo, no creo que suponga un cambio en la política monetaria, y los tipos de interés y el Euribor van a seguir próximos a cero en un periodo de tiempo prolongado».

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