El Ibex 35 se conforma con un cierre en tablas ante la presión de Wall Street

El Ibex 35 cierra el martes en el mismo nivel desde el que partía, los 8.139,2 puntos, afectado, como el resto de Bolsas europeas, por el giro bajista dado por los principales índices de Wall Street en un contexto de incertidumbre sobre el crecimiento económico global. El selectivo de la Bolsa española ha perdido fuerza a medida que disminuían los avances de los bancos y más valores optaban por las pérdidas. Al menos, el cierre en tablas le vale para frenar las fuertes ventas sufridas en las últimas cuatro jornadas.

De esta forma, el índice nacional cierra prácticamente en mínimos de la jornada, tras marcar máximos intradiarios en los 8.259 enteros. Incumple así, el objetivo marcado a primera hora por los analistas de IG, que emplazaban al Ibex 35 a «retornar hacia la zona de los 8.300 puntos, un nivel que ha servido como soporte para los operadores, por lo que será interesante un cierre diario sobre dicha cota».

Tras comenzar la sesión con una subida cercana al 4%, las acciones de Meliá han pasado a liderar las caídas del selectivo. Terminan la jornada con un desplome del 9,97% a pesar de que la hotelera logró reducir sus pérdidas un 54,7% en el primer trimestre, hasta los 59,3 millones de euros. A continuación IAG pierde un 3,73% y Almirall, un 2,34%. También destacan la caída de Endesa, que se deja un 1,27%. El beneficio neto de la eléctrica se redujo un 31,2% entre enero y marzo, hasta los 338 millones.

Por el contrario, la mayor subida del Ibex 35 es ahora la de Grifols, que se dispara un 6,31%. A continuación se coloca parte de la banca nacional, a pesar de que las subidas al cierre son inferiores a las que se han venido anotando durante gran parte de la sesión. Banco Sabadell suma un 3,08%; Bankinter, un 1,74%; BBVA, un 1,33%; Banco Santander, un 1,29%, y Caixabank, un 0,61%.

El Ibex 35, rezagado en Europa

El Ibex 35 se queda rezagado respecto al resto de Bolsas europeas, que suben entre el 0,5% y el 1,7% y recuperan parte de las fuertes caídas registradas el lunes.  En una nueva sesión en la que los mercados de renta variable europeos han ido de más a menos, estos se han visto perjudicados por las dudas de Wall Street, después de que los principales índices estadounidense arrancasen el martes en positivo.

Los inversores se preguntan si la Reserva Federal podrá continuar su plan de aumento de las tasas de interés sin llevar a la economía de EEUU a la recesión. El miércoles pasado, el banco central estadounidense anunció una subida de las tasas de interés de medio punto para frenar la inflación, que ha sido mal acogida por los inversores. Se trata de la mayor subida de tipos en más de dos décadas, ya que la última vez que la institución presidida por Jerome Powell anunció un incremento de medio punto fue en el año 2000.

Al otro lado del Atlántico, la renta variable también intenta cortar la sangría sufrida en los últimos días. El lunes, por ejemplo, el S&P 500 cerró el lunes en su nivel más bajo desde marzo de 2021, mientras que el Nasdaq Composite marcó mínimos de noviembre de 2020.

“Hablar de capitulación por parte de los inversores se nos antoja de momento algo precipitado, ya que para que se dé la misma los volúmenes de contratación deberían aumentar mucho más de lo que lo están haciendo”, apuntan los analistas de Link Securities. En su opinión, el verdadero problema es que en el corto plazo no identifican catalizadores que puedan hacer que las Bolsas se giren al alza.

Las crecientes dudas sobre el ciclo económico presionan a la baja las rentabilidades de los bonos, y el de EEUU a 10 años baja al 2,94% tras varias jornadas por encima del 3%. El interés del bono alemán al mismo plazo cede al 0,99% y el del español, al 2,10%. Un entorno que también castiga al petróleo.

Tras caer un 6% el lunes, el crudo Brent de referencia en Europa pierde un 2,61% y se sitúa ya en los 103,17 dólares por barril, “que recoge no sólo el riesgo a la baja sobre la demanda de una desaceleración económica global, intensificada por el mantenimiento de restricciones en China para hacer frente al covid-19, sino también la posibilidad de que se suavice la propuesta de sanciones al crudo ruso por parte de la UE con el fin de conseguir la aprobación de países como Hungría”, explican en Renta 4.