Los hoteles vaticinan un mal fin de año: las cancelaciones aumentan hasta un 20% en las últimas semanas
La sexta ola ha vuelto a poner en jaque al sector hotelero, que tras registrar una paulatina recuperación durante los meses de verano, ve como la temporada de Navidad se desmorona. En el mes de diciembre, ante el aumento de los contagios por la nueva variante del Covid-19, se ha producido un aumento de las cancelaciones de cenas y comidas para estas fechas tan señaladas, a la que en las últimas semanas se han sumado la anulación de hasta el 20% de las reservas hoteleras para el fin de semana de Año Nuevo.
La caída de un castillo de naipes. Así se puede definir la temporada de invierno para los hoteles. La frágil recuperación que venían experimentado, sumada a incertidumbre a la que está expuesto todo el sector, ha desembocado en el peor escenario posible: una oleada de cancelaciones. Según los datos de Destinia, la agencia de viajes online líder del Sur de Europa, las cancelaciones de reservas de hotel para fin de año se han disparado hasta un 20% en las últimas semanas.
La elevada tasa de contagios que esta experimentando toda Europa ha repercutido en las reservas, tanto nacionales como internacionales. De esta forma los hoteles españoles han experimentado una tasa de reservas del 17% para el próximo fin de semana, un dato ligeramente mejor que el resto de las Navidades sobre todo en el caso de los clientes españoles, que entre el 24 y el 6 de enero han cancelado más de 20% de las reservas.
El aumento de la incidencia es uno de los factores que ha dejado a los hoteles con las peores perspectivas, pero no el único. Las restricciones internacionales han dado la puntilla a un sector que confiaba en este cierre mes para paliar las pérdidas que sufrieron durante los primeros meses de 2021 por los cierres perimetrales. Uno de los principales mercados emisores, Reino Unido ha vuelto a exigir el certificado de vacunación completo a los adolescentes, que en muchos casos no han tenido tiempo de recibir la segunda dosis. Una situación que ha dejado en el aire una gran cantidad de reservas de familias que iban a pasar la Navidad en España.
Otros países como Alemania -de gran importancia para el turismo español-, han calificado a nuestro país como zona de riesgo, lo que ha producido una oleada de cancelaciones para fin de año en zonas como Baleares o la Costa Blanca, que todavía arrastran los retrasos en los viajes del Imserso. Una situación que situado la tasa de reservas de turistas internacionales en un 33%, mucho menos de lo que se estimaba antes de la llegada de la sexta ola.
Incremento de los costes
La subida de la luz y de las materias primas ha sido un fenómeno generalizado en toda Europa. Sin embargo, para las empresas del sector turístico español hacer frente a estos gastos está siendo mucho más complicado: pese a que el incremento de los precios de la electricidad y de las materias primas ha sido mayor que en otras regiones, los hoteles y restaurantes de nuestro país son los que menos han repercutido estos incrementos en los precios finales, aumentando sus costes fijos mucho más que en otros países como Italia o Alemania.
España es el país que presenta un mayor crecimiento interanual del precio de la luz, en comparación con los cuatro países más turísticos de la Unión Europea -Francia, Italia y Alemania-. Al alza de la electricidad se suma que nuestro país registra del segundo mayor aumento de la inflación en productos de alimentación. Sin embargo, pese a un IPC disparado que ha dado de lleno en el sector turístico, los hoteles y restaurantes españoles son los que menos han repercutido el alza en los consumidores, con una la inflación de los precios mucho más baja que Alemania o Italia. El país germano ha incrementado en 3,4 puntos porcentuales los precios de los servicios del sector turístico y en Italia el alza ha sido superior a los dos puntos porcentuales.
Sin embargo, España es el país que menos ha incrementado sus precios -pese a ser la que más subida de costes ha experimentado- con un alza de cerca de un punto y medio porcentual. De esta forma, son los propios establecimientos del sector turístico los que hacen frente al incremento de sus costes fijos, intentando no trasladarlo a la demanda para no desincentivar el consumo en un sector fuertemente azotado por la pandemia.