El ‘gurú’ de Podemos: «El Ibex 35 es un club absolutamente elitista financiado por los ciudadanos»
Rubén Juste, nuevo Asistente en el Congreso de los Diputados del Grupo Parlamentario de Podemos e ideólogo de lo que los morados llaman ‘la trama’, compara el Ibex 35 con el Club de Campo de Madrid porque asegura que el selectivo español se ha construido desde el Estado.
Señala el sociólogo y ‘gurú’ de Podemos que el Club es una empresa subvencionada con fondos públicos con la entrada restringida a los ciudadanos y solo reservada para las élites. OKDIARIO ha hablado con el Club que explica que la información es, a todas luces, incorrecta. “Puede entrar cualquier ciudadano madrileño y la financiación corre a cargo de los abonados del Club, no cuesta un duro al erario porque tiene beneficios”, explican.
«Yo al Ibex lo comparo con el Club de Campo de Madrid. Es un club muy restringido, al que hay que entrar por lista, que está parada desde hace décadas. Al mismo tiempo, ese club es una concesión en la que participa el Ayuntamiento de Madrid en un 50% del capital. Es decir, un club absolutamente elitista es financiado por los ciudadanos, los cuales no pueden acceder a él», declaraba en una entrevista en febrero.
Juste ha escrito un libro “Ibex 35. Una historia herética del poder en España” (Capitán Swing, 2017) que ha sido muy celebrado por varios miembros de Podemos, entre ellos el propio Pablo Iglesias o Irene Montero. En algunas entrevistas ofrecidas a raíz de la publicación, el autor ha comparado al Ibex 35 con el Club de Campo de Madrid. “Es decir, un club absolutamente elitista es financiado por los ciudadanos, los cuales no pueden acceder a él”, declaraba Juste a CTXT. Una comparación que no solo ha dejado caer en este medio, es un argumento recurrente en Juste y también lo ha usado en el programa de Iglesias, «Otra Vuelta de Tuerka».
Desde el Club señalan que “la información es errónea, no se entra por apellido, puede entrar cualquier ciudadano madrileño pagando una entrada de 7 euros de lunes a viernes, de 12 euros los fines de semana”. No hay restricción de entrada, como afirma el nuevo asistente de Podemos en la Cámara Baja, usted o yo podemos ir esta tarde pagando una entrada y pasear o usar algunas de las instalaciones abonando la tarifa correspondiente.
Se puede ir de manera espontánea, lo que no se puede es ser abonado tradicional porque “para serlo ahora mismo hay lista de espera desde hace 20 años”, explican desde el Club. Señalan también a este periódico que, desde este año, existe lo que se llama el “bono deportivo anual” que permite disfrutar de las instalaciones deportivas con los mismos derechos que los abonados tradicionales.
Es prudente conocer cómo se organiza el accionariado del Club de Campo de Madrid, así como la historia del mismo para dar luz sobre algunas cuestiones planteadas en la comparativa del sociólogo.
El Club de Campo de Madrid se inaugura en 1931 y fue levantado sobre terrenos propiedad del Ayuntamiento de Madrid. Diez años más tarde, en 1942, el Club se fusiona con la Real Sociedad Hípica Española dando lugar a la Real Sociedad Española Club de Campo, aún accionista del Club.
Era una empresa privada hasta que, en julio de 1984, según las cuentas auditadas, el alcalde socialista Enrique Tierno Galván la remunicipaliza exigiendo su derecho sobre parte de los terrenos y participa en el accionariado con un 51% del capital dando lugar a una sociedad anónima mixta. Un 24,5% está en manos de Patrimonio del Estado y el 24,5% restante en las de la Real Sociedad Hípica Española.
La sociedad comenzó sus operaciones el 1 de julio de 1984, teniendo un periodo de duración fijado inicialmente hasta marzo de 1993, aunque fue prorrogado en 1991 hasta diciembre de 2025. En el momento en el que la sociedad se disuelva, según consta en las escrituras, todos los activos y pasivo revertirán al Ayuntamiento de Madrid.
El nuevo asesor de Podemos afirma, además, que es un Club subvencionado con fondos públicos. “No es correcto”, argumentan desde el Club, “la financiación corre a cargo de los abonados, otra cosa es que sea una Sociedad Anónima (SA) en la que el Ayuntamiento de Madrid sea accionista de referencia”.
De hecho, obviamente, en el consejo de administración participan miembros de Ahora Madrid como la concejal Inés Sabanés, José Enrique Martín, secretario general técnico del Área de Gobierno de Cultura y Deportes del Consistorio. De momento, la presidencia del consejo está sin cargo tras el cese de Celia Mayer el pasado 15 de marzo al frente del Área de Cultura.
Además, inciden en que el Club de Campo no está subvencionado, se autofinancia. “Por estatutos, no se reparte dividendos, los beneficios se tienen que revertir en la propia empresa mixta. Este año se están mejorando algunas de las instalaciones o digitalizando todo el Club”, concluyen.
Los ingresos vienen en un 80% de las tarifas y mantenimiento semestral de abonados, el 18% tarifa de uso de instalaciones y el 2% de patrocinios, según los documentos del Portal de Transparencia.
Según las cuentas anuales, auditadas por Ernst & Young, el Club de Campo Villa de Madrid tuvo en 2015 unos beneficios de casi 2,4 millones de euros y en 2014 de algo más de 2 millones de euros.