La guerra entre los bancos centrales
El precio del crudo subió con fuerza el lunes, la mayor subida de los últimos 20 años en un solo día. La razón esta vez ha sido el ataque durante el fin de semana a varias instalaciones clave de la petrolera estatal de Arabia Saudita, Aramco.
Esto ocurre en medio de las dos reuniones de los bancos centrales europeo y americano. El BCE decidió seguir introduciendo estímulos en la economía para mantener el crecimiento. Un paquete de medidas que incluye una subida de los tipos de interés negativos sobre las reservas, a -0,5%. Otra de las medidas es la llamada “tiering” o doble escala de tipos de interés negativo, es una medida que demuestra que el BCE es consciente de la enorme repercusión que tiene sobre la banca la combinación de mayores reservas y mayores tipos negativos; la medida consiste en que este tipo de interés negativo que se cobraba sobre todas las reservas, ahora sólo se cobrará por las reservas que excedan la suma de seis veces el mínimo obligatorio. Por último, van a reanudar la recompra de acciones por valor de 20.000 millones de euros mensuales mientras sea necesario.
El banco central chino también anunció estímulos para la economía china, en concreto un recorte de las reservas requeridas por los bancos por tercera vez este año. Esta medida, incrementará la liquidez en 900 Bn de RMB.
Parece que los bancos centrales hayan iniciado una carrera para ver quién consigue los mínimos en los tipos de interés para impedir que las divisas de sus respectivos países se aprecien. En este caso, el BCE se ha adelantado a los demás, a la espera de la próxima reunión de la Fed el jueves que viene. No hay más que ver la reacción de Trump a este movimiento europeo, que fue muy a su estilo, un tuit en el que decía que mientras en Europa se estaban moviendo, la Fed continuaba sentada, sentada y sentada. La presión para bajar tipos por parte de la Fed es enorme, y es posible que lo haga el jueves, pero me temo que el discurso que acompañe la bajada va a decepcionar a los inversores que persiguen un ciclo de bajadas de tipos agresivas para mantener los mercados.
A estas presiones del presidente de EEUU se une “la excusa” que podría utilizar la Fed para bajar los tipos, es decir, más que la caída de producción afectada por el ataque en Arabia Saudita, sería pensando a futuro las consecuencias de de la falta de seguridad, más que realmente el efecto en la producción de crudo. El ataque con drones ha puesto de manifiesto lo fácil que es destrozar infraestructura energética global. Es preocupante la reacción que pueda tener EEUU si se confirma que Irán pudiera estar detrás de los atentados.
No parece que se puedan sostener los mercados sólo con las políticas acomodaticias de los bancos centrales. Lo veremos en breve.