Golpe de mano en El Corte Inglés: las herederas de Álvarez quieren imponer un CEO a Dimas Gimeno
Las aguas corren revueltas en el seno del consejo de administración de El Corte Inglés, donde existe una guerra de poder para acabar con la independencia en la gestión del presidente, Dimas Gimeno, capitaneada por las hijas del fallecido Isidoro Álvarez: Marta y Cristina Álvarez Guil. Las herederas del imperio familiar estudian el nombramiento de un consejero delegado o vicepresidente ejecutivo que fiscalice la labor del presidente y que controle la gestión del gigante de la distribución.
Así lo han confirmado fuentes cercanas al consejo de administración a OKDIARIO, que constatan que la guerra de poder es un hecho y que “la intención de las hermanas Álvarez de controlar la labor de su primo es un tema que viene de lejos”. De hecho, se apunta incluso a la posibilidad de que en lugar de nombrar a un solo consejero delegado las herederas designen a dos personas de confianza para tomar el control de la compañía.
Hay ya dos nombres encima de la mesa para realizar esta labor, que han sido avanzados por el diario Hispanidad. Se trata de los ejecutivos Victor del Pozo y Nuño de la Rosa, que subirían en el escalafón para la “gestión reforzada” de las decisiones estratégicas de El Corte Inglés. Sin embargo, no son los únicos candidatos, ya que las hermanas Álvarez están peinando el mercado para encontrar un ejecutivo de “fuera de la casa” que reduzca el poder de Gimeno.
OKDIARIO se ha puesto en contacto con un portavoz oficial de El Corte Inglés, que ha indicado que la creación de un puesto intermedio entre Dimas Gimeno y el Consejo de Administración no es algo que esté previsto, al menos, durante los próximos tres meses.
Fuentes del entorno del presidente indican que Gimeno no sólo es consciente de lo que está ocurriendo, sino que “ha tirado la toalla” y espera pacientemente a ver lo que ocurre, sobre todo después de que la guerra de poder en el consejo de administración de El Corte Inglés se cobrara su primera víctima: nada más y nada menos que Juan Hermoso, el hombre de confianza del presidente.
Los portavoces oficiales de El Corte Inglés defienden que la salida de Hermoso del consejo de administración –y su dimisión como patrono de la Fundación Ramón Areces– se produjo por “razones personales”. Aunque la realidad es que Hermoso, uno de los profesionales más valorados y prestigiosos del sector, estaba en el punto de mira desde hace meses. De hecho, ya no acudía con regularidad a la sede del grupo en la madrileña calle de Hermosilla y había dejado de ser el primer ejecutivo de la empresa, a pesar de gozar del respaldo del presidente.
Con la salida del consejero, tras 20 años en el cargo, el órgano de gobierno del grupo de distribución queda presidido por Dimas Gimeno e integrado por Marta y Cristina Álvarez Guil, Leopoldo del Nogal, Florencio Lasaga, Carlos Martínez, Manuel Pizarro, Shahzad Shahbaz (en representación del jeque catarí Al Thani) y Paloma García, por Cartera Mancor.
Y la guerra de poder no se circunscribe solamente al consejo de administración de El Corte Inglés, sino que también está afectando a los mandos intermedios y a los directores generales. “Al final se trata de una cuestión de gestión empresarial, ya que Gimeno ha apostado por una renovación y profesionalización de la empresa que no todos comparten”, indican las fuentes consultadas. De hecho, antes de que falleciera Isidoro Álvarez, el objetivo era lograr que El Corte Inglés se convirtiera en una compañía más moderna, para lo cual se fichó a Manuel Pizarro, el ex presidente de Endesa y reciente candidato a presidir el Banco Popular. En la actualidad Pizarro es un consejero más con un perfil bajo.
En este contexto se ha producido la reciente salida del flamante nuevo director de Recursos Humanos, José Luis Romero Castaño, cuyo fichaje fue avanzado por OKDIARIO y que no ha podido realizar su labor con independencia. Romero no ha participado en el diseño del programa de ajuste de plantilla (denominado eufemísticamente “plan de desvinculación” por la empresa) puesto en marcha por El Corte Inglés.
La labor de Romero (que trabajó en Sanitas y que fue el máximo responsable de Recursos Humanos de Iberia) se ha visto dificultada por el jefe de personal de la sede madrileña de Hermosilla, Manuel Pinardo, que ahora es el primero en la lista para sustituir a Romero en el cargo y que es cercano al grupo formado por las herederas de Isidoro Álvarez. Según ha podido saber este periódico, aún no se ha tomado una decisión sobre quién será el sustituto de Romero.
Todo esto se ha visto acompañado, además, por un cambio en la dirección de la política de comunicación del gigante de la distribución, que ha provocado la salida de Diego Copado y la llegada de José Luis González Besada, que fue director de comunicación de Iberdrola.
La batalla corporativa se produce en un momento dulce para el negocio comercial de El Corte Ingles, que ya el pasado año logró elevar su beneficio un 34% por los mayores ingresos y el ahorro de costes. Las cifras de 2016 no se conocen aún porque la compañía cierra su ejercicio fiscal en febrero. Hipercor fue la única línea de negocio que experimentó un desplome del 10,7% de sus ventas en 2015 y que cerró el año rozando los números rojos.
El Corte Inglés atribuyó entonces este hundimiento de la facturación a la “reducción de la superficie de venta” y a la citada “reordenación”, pero lo cierto es que el deterioro del resultado de Hipercor se ha agudizado en los últimos años. En 2014, los hipermercados registraron un beneficio de 5,28 millones de euros, pero en 2015 cayó un 99,7%, con un total de 0,02 millones de euros.
De hecho, la empresa ha comenzado el desmantelamiento de Hipercor y el objetivo es integrar progresivamente los hipermercados en los grandes almacenes de la compañía, que asegura que mantendrá la marca y los 8.000 empleos que trabajan en los establecimientos de esta enseña.