Goirigolzarri tiene decidido situar a José Sevilla como director general de Presidencia en la nueva Bankia-Caixa
José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, tiene decidido no dejar fuera de la estructura del nuevo banco que salga de la fusión con CaixaBank a su mano derecha y actual consejero delegado de la antigua Caja Madrid, José Sevilla. Goirigolzarri será el presidente de la nueva Bankia-Caixabank y tendrá algunas funciones ejecutivas, aunque la gestión diaria de la entidad correrá a cargo de Gonzalo Gortázar, que mantendrá en la caja fusionada el cargo de consejero delegado que ostenta actualmente en la caja catalana.
Sin embargo, aunque esa parte de la gobernanza de la nueva entidad ya está cerrada, el futuro de Sevilla se mantiene en el aire. De acuerdo con las fuentes del sector consultadas, Goirigolzarri tiene decidido no dejar en la estacada a su actual número dos y le situará junto a él como director general de Presidencia. Hay que recordar que Caixabank es tres veces más grande que Bankia y que la operación es una absorción, no una fusión, como recuerdan en Barcelona. Por eso, serán los ejecutivos de la caja catalana -trasladó su sede a Valencia tras los conflictos del proceso independentista- quienes dirijan la entidad. Por eso, el futuro de Sevilla no estaba claro en la nueva estructura del banco fusionado.
«Goirigolzarri no le va a dejar fuera salvo que él quiera irse. Por eso ya le tiene preparado el cargo de director general de la Presidencia dependiendo directamente de él, a lo que será difícil que en Caixabank se nieguen en redondo y lo veten», explican las fuentes consultadas.
Presidentes ejecutivos
El actual presidente de Bankia no tendrá las funciones ejecutivas del banco fusionado como tiene actualmente en la torre de Madrid ya que no quieren en Barcelona y porque así lo marca el Banco Central Europeo (BCE). Francfurt no quiere presidentes ejecutivos y Gortázar reportará directamente al consejo del banco fusionado, no a Goirigolzarri.
«Goirigolzarri no le va a dejar fuera salvo que él quiera irse. Por eso ya le tiene preparado el cargo de director general de la Presidencia dependiendo directamente de él», aseguran fuentes del sector
Por su parte, Goirigolzarri tendrá competencias en gobierno corporativo y comunicación externa, además de tareas internacionales, pero no marcará el día a día de la gestión de la entidad fusionada. En ese organigrama, Sevilla se integraría como director general de Presidencia en caso de que Gortázar no le ofrezca algún cargo importante en su estructura. El nuevo banco tendrá sedes operativas en Madrid y Barcelona, además de la sede en Valencia. Quién sí desaparece de la alta gobernanza del banco nuevo será Jordi Gual, actual presidente de Caixabank.
La fusión se retrasa por la CNMC
La decisión sobre Sevilla se retrasa en línea con el aplazamiento de la fusión debido a que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha pedido más datos a las entidades para emitir su informe sobre el impacto de la unión de las dos cajas en el mercado nacional. La nueva entidad será la más grande de España por activos y controlará buena parte de la tarta de créditos a pequeñas y medianas empresas y a particulares.
Por esta razón, la nueva presidenta de la CNMC, Cani Fernández, ha solicitado más información a las dos entidades y ha retrasado un mes su informe. Tenía de plazo hasta el 24 de diciembre, pero ahora el análisis del regulador pasa a una segunda fase por lo que tendrá dos meses más, hasta el 24 de febrero, según adelantó ‘El Mundo’. Pese a todo, al resultar un gigante financiero de más de 660.000 millones de euros en activos la última palabra sobre la fusión la tendrán en Europa.
La CNMC ha solicitado más información a las dos entidades y ha retrasado un mes su informe: tenía de plazo hasta el 24 de diciembre, pero ahora el análisis del regulador pasa a una segunda fase por lo que tendrá dos meses más, hasta el 24 de febrero
El visto bueno de las autoridades españolas y europeas es el paso que falta para que se formalice la fusión. Caixabank y Bankia tenían previsto un calendario inicial que pasaba por cerrar la operación en el primer trimestre del próximo año y que las dos marcas operaran hasta final de año. A partir de ahí, Bankia desaparecería y quedaría como única marca Caixabank. Es la fecha que tenían prevista para que estuvieran integrados los sistemas informáticos de las dos entidades.
Los consejos de ambas entidades y los accionistas de Bankia y Caixabank ya dieron su visto bueno a la integración en sendas reuniones a principios de diciembre.