El Gobierno elevará la previsión de crecimiento económico hasta el 3% para este año
El Gobierno va a revisar su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) para el conjunto de 2017, pasando del actual 2,5% a una tasa cercana al 3%, tal como avanzó OKDIARIO el pasado 10 de marzo.
El Ejecutivo va a mantener la previsión actual incluida en el cuadro macroeconómico que utiliza para elaborar los Presupuestos Generales del Estado (PGE), pero la elevará en futuras revisiones hasta el citado 3% debido a la fortaleza del mercado laboral y al impulso del sector exterior, que están creciendo más de lo esperado.
Fuentes del Ministerio de Economía así lo han confirmado oficialmente a la agencia Europa Press, constatando lo ya publicado por este diario antes incluso de que se conociera el dato de cierre del primer trimestre de la Seguridad Social, que arroja la mejor cifra de afiliación en un mes de marzo de toda la historia: 162.000 puestos de trabajo netos creados gracias a que la recuperación económica se está trasladando al empleo como consecuencia de la reforma laboral aprobada en la pasada Legislatura.
En 2016 se produjo la mayor reducción de paro de la serie histórica, con un descenso de 390.534 empleos y más de 530.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social. Desde el primer trimestre de 2013 el paro registrado en los Servicios Públicos de Empleo (SEPE) se ha reducido en 2,04 millones de personas.
En cuanto al sector exterior, las exportaciones también van como un tiro, al aumentar un 17,4% en enero (último mes para el que hay datos disponibles) hasta los 21.440 millones de euros, máximo histórico de la serie para el primer mes del año.
Con todo ello, el Indicador Sintético de Actividad (ISA), una variable que utiliza el departamento ministerial que dirige Luis de Guindos para avanzar la evolución del PIB, apunta a un crecimiento económico que podría alcanzar el 0,9% en el segundo trimestre, descartando la temida desaceleración en la primera mitad del ejercicio.
El aumento de la estimación de crecimiento hasta tasas del entorno del 3% no tendrá reflejo, de momento, en ningún documento oficial, hasta que se vuelva a revisar el cuadro macroeconómico antes del próximo verano de cara a la elaboración de los PGE para 2018, en los que ya está pensando el Ejecutivo y para los cuales está ya negociando con los diferentes grupos parlamentarios, aunque los de este año todavía no hayan sido aprobados por el Congreso.
El pasado agosto de 2016, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ya manifestó a Luis de Guindos que la economía española crecería en torno a un 3% en 2017, pero el titular de la cartera de Economía defendió su propia estimación, que era del 2,3% provocando un enfrentamiento en el seno del Ejecutivo. En el borrador enviado a Bruselas finalmente el Gobierno incluyó una tasa prevista del 2,5%, que es la que ahora ha utilizado para elaborar el proyecto de Ley de PGE.
El Banco de España ha indicado en su último informe trimestral que el PIB crecerá un 2,8% este año, cinco décimas por encima de la previsión del Ejecutivo. Coinciden en esta previsión el servicio de estudios de CaixaBank, el think tank Analistas Financieros Internacionales (AFI) y la Autoridad Fiscal Independiente (AiREF), que es el organismo creado tras el rescate financiero de Bruselas para fiscalizar la labor del Gobierno español en materia de Economía y Hacienda.
El propio Luis De Guindos indicó hace unas semanas que el PIB puede acelerarse “si no se cometen errores” y “se mantiene la estabilidad política”, mientras que Montoro ha señalado esta semana que la previsión del 2,5% es demasiado prudente.
En su reciente informe, el Banco de España indica que nos encontramos en una ”prolongación de la fase de crecimiento de la economía española” impulsada por “las ganancias de competitividad acumuladas desde el inicio de la crisis” y por “las condiciones financieras favorables” por el mantenimiento de la asistencia financiera del Banco Central Europeo (BCE).
La desaceleración de los próximos años se producirá, según el Banco de España, porque se irán reduciendo los denominados vientos de cola que han ayudado a la economía nacional ha salir de la recesión y que son principalmente dos: el abaratamiento del petróleo y la citada política monetaria ultraexpansiva del BCE.
En cuanto a los riesgos que podrían lastrar a la economía española, la institución teme un endurecimiento adicional de las condiciones financieras globales, un aumento del proteccionismo comercial en EEUU, los efectos del Brexit y el auge del populismo en Europa.