El fin de la moratoria concursal da la puntilla a las empresas: 70 cierran cada día desde junio

El fin de la moratoria concursal el pasado 30 de junio dejó desamparadas a muchas empresas cuya situación era muy crítica. Desde ese mes y hasta noviembre han quebrado 10.150 empresas, lo que supone que cada día, casi 70 compañías echan el cierre definitivo ahogadas por el alza de los costes y la caída de la demanda. Una cifra que, según los expertos va a continuar al alza, vaticinando que las insolvencias en España se disparen hasta un 70% en comparación con 2019, año previo a la pandemia.

Las disoluciones en noviembre alcanzan 2.834, la cifra más alta desde el mes de marzo, lo que supone un aumento del 36,51% respecto al mes pasado y un alza del 20,29% con respecto a 2021. Unas cifras que van en línea con las previsiones del Consejo General de Economistas: vaticinan que los concursos de acreedores crezcan en torno al 20% al cierre de este año y aproximadamente la mitad, un 11%, en 2023, destacando el elevado número de concursos de micropymes y autónomos.

El Atlas Concursal de los economistas estima que, a nivel internacional, las insolvencias crecerán un 10% en 2022 y un 19% en 2023, recuperando así los niveles previos a la pandemia. En el caso de España, la previsión de los economistas es que frente a 2019 los concursos aumenten un 66%. Y es que, si miramos más allá del mes de junio, se observa como el aumento de los costes fijos, la caída en la facturación y el poco margen de maniobra de algunas compañías para trasladar la inflación a los precios está masacrando el tejido empresarial español.

En lo que va de año, se han disuelto en España 27.223 empresas, un 11,30% más que en el mismo periodo de 2021, cuando echaron el cierre 24.460 compañías. Estas cifras muestran que 4 empresas cierran cada hora en nuestro país, según los últimos datos extraídos del Estudio sobre Concursos y Disoluciones realizado por Informa D&B.

Las empresas españolas percibieron en el primer trimestre de 2022 una evolución menos dinámica de su actividad en comparación con lo observado a finales de 2021 y con las expectativas que tenían entonces -especialmente en las ramas de servicios y de construcción-, al tiempo que aprecian una ralentización del dinamismo del empleo en un contexto marcado por el inicio de la guerra en Ucrania y han empezado a trasladar parcialmente el alza de la inflación a los precios.

Así se desprende de la encuesta a las empresas españolas sobre la evolución de su actividad correspondiente al primer trimestre de 2022, publicada el pasado lunes por el Banco de España, que muestra que en el primer trimestre algo más de un 40% de las empresas afirman haber subido sus precios, un incremento de más de 10 puntos con respecto al trimestre anterior. Una situación que empeorará en el futuro: algo más del 60% de las empresas esperan aumentar sus precios en el plazo de un año.

En relación con los costes, los resultados de la encuesta muestran una nueva agudización de las presiones inflacionistas. Este incremento se viene observando en la encuesta desde su lanzamiento a finales de 2020. En esta ocasión, casi el 82% de las empresas declaran haber detectado un aumento en los precios de sus consumos intermedios, casi 7 puntos por encima de la cifra del trimestre pasado.