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Los expertos hablan sobre estas latas que venden en los supermercados que no deberías de comprar jamás

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Mujer comprando un bote en el supermercado.
Blanca Espada

En la vida moderna, las comidas enlatadas han ganado una inmensa popularidad debido a su conveniencia y larga vida útil. Estas opciones rápidas y fáciles se encuentran en casi todos los hogares, ofreciendo una solución práctica para aquellos que buscan ahorrar tiempo en la cocina. La posibilidad de tener alimentos que no requieren refrigeración inmediata y que pueden almacenarse por largos períodos ha convertido a las conservas en una opción atractiva para muchos.

A pesar de las percepciones negativas que a veces las rodean, las conservas alimenticias pueden ser muy nutritivas. Existe una creencia errónea de que son alimentos de segunda clase, consumidos sólo por aquellos que no pueden permitirse opciones frescas. Sin embargo, muchas de las conservas disponibles en los supermercados contienen ingredientes saludables y esenciales para una dieta equilibrada. Estas conservas pueden proporcionar nutrientes fundamentales y ser una parte integral de una alimentación saludable si se eligen correctamente.

La clave está en saber diferenciar entre las opciones saludables y las que no lo son. Los productos que han sido mínimamente procesados y que contienen pocos ingredientes adicionales suelen ser los más beneficiosos. Por el contrario, algunas conservas están cargadas de ingredientes artificiales y procesados que pueden ser perjudiciales para la salud. En este artículo, a continuación, exploraremos algunas de las conservas más populares que los expertos recomiendan evitar.

Salsas en lata

Las salsas en lata, como el tomate frito y otros sofritos, son otro ejemplo de productos que se deben evitar o consumir con moderación. Aunque pueden ser convenientes, a menudo contienen una lista larga de ingredientes adicionales que no se encuentran en una salsa casera. Estos pueden incluir azúcares, sal en exceso y varios tipos de aceites y aditivos que mejoran la textura y el sabor, pero que no son beneficiosos para la salud.

Preparar salsas en casa permite controlar exactamente lo que se incluye, asegurando que se utilicen ingredientes frescos y saludables. Las salsas caseras no solo tienen un mejor perfil nutricional, sino que también pueden adaptarse a las preferencias personales en cuanto a sabor y textura. Por estas razones, los expertos recomiendan evitar las salsas enlatadas y optar por preparaciones caseras siempre que sea posible.

Chopped en lata

El chopped en lata hecho generalmente de carne de cerdo, puede incluir partes variadas del animal, a menudo de menor calidad. Aunque en su formato original de lonchas puede ser más conocido, la versión en lata también ha encontrado su lugar en los supermercados y muchos lo eligen porque además suele llevar una mayor cantidad, lo que supone ahorro en el caso de convivir con más gente.

Sin embargo, el problema con el chopped en lata radica en su alto nivel de procesamiento. A menudo contiene una mezcla de carne de baja calidad, conservantes, colorantes y otros aditivos que prolongan su vida útil a expensas de su valor nutricional. Además, este tipo de producto suele tener un alto contenido en grasas saturadas y sodio, factores que se han relacionado con problemas de salud como enfermedades cardiovasculares y hipertensión. Por estas razones, los expertos en nutrición suelen desaconsejar su consumo regular.

Fabada enlatada

Las legumbres, en general, son una excelente fuente de fibra, proteínas y otros nutrientes esenciales. Sin embargo, no todas las presentaciones de legumbres son igualmente saludables. Un ejemplo notable es la fabada enlatada, un guiso tradicional que, en su forma casera, puede ser bastante nutritivo, pero en su versión comercial a menudo incluye ingredientes no tan saludables.

La fabada enlatada suele contener carnes procesadas, como chorizo y morcilla, que aportan altos niveles de grasas saturadas y sodio. Además, es común encontrar aditivos como la fécula de patata y grasas adicionales que no se utilizarían en una receta casera. Estos ingredientes no solo reducen el valor nutricional del producto, sino que también pueden aumentar el riesgo de enfermedades crónicas. Por ello, se recomienda optar por legumbres cocidas enlatadas sin aditivos o, mejor aún, prepararlas frescas en casa.

Melocotón en almíbar

Las frutas son una parte esencial de una dieta equilibrada, proporcionando fibra, vitaminas y minerales. Sin embargo, el formato en el que se consumen puede marcar una gran diferencia en su valor nutricional. El melocotón en almíbar, por ejemplo, es una opción popular que muchos eligen por su sabor dulce y su conveniencia, pero que tiene importantes desventajas nutricionales.

El almíbar es esencialmente una solución de agua y azúcar que se utiliza para conservar la fruta. Este proceso no solo añade una cantidad significativa de azúcares libres a la fruta, sino que también reduce su contenido de fibra. El consumo regular de frutas en almíbar puede llevar a un aumento en la ingesta de azúcar, contribuyendo a problemas como la obesidad y la diabetes tipo 2. Por lo tanto, es mucho más saludable optar por frutas frescas o enlatadas en su jugo natural, sin azúcares añadidos.

En resumen, aunque las conservas pueden ser una opción práctica y a veces nutritiva, es crucial leer las etiquetas y elegir productos que no estén cargados de ingredientes artificiales y procesados. Al hacer elecciones informadas, es posible disfrutar de la conveniencia de las conservas sin comprometer la salud.

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