El euskera y el catalán se hacen fuertes en el Cervantes pese a tener sus propios institutos
El Instituto Cervantes es la institución pública creada por España en 1991 para promover universalmente la enseñanza, el estudio y el uso del español. Sin embargo, las lenguas regionales se están haciendo muy fuertes, pese a que el vasco tiene el Instituto Etxepare, el gallego el Instituto Da Lingua Galega y el catalán el Ramon Llull, que también son públicos y tienen la finalidad de expandir su idioma en el extranjero.
Asociaciones defensoras del castellano, como el Círculo de castellanohablantes de la Comunidad Valenciana, han puesto el grito en el cielo, hartos del menosprecio que el castellano está sufriendo en el Instituto Cervantes, que oferta de igual modo cursos de castellano como de euskera, gallego o catalán.
Estas asociaciones se preguntan por qué el Instituto Cervantes tiene que ofertar cursos de lenguas regionales, cuando la finalidad de esta institución es “promover universalmente la enseñanza, el estudio y el uso del español”, tal y como ellos mismos recogen en su página web.
El Instituto Vasco Etxepare tiene como misión “difundir la lengua y la cultura vasca por todo el mundo”, como el Instituto da Lingua Galega o el Instituto Ramon Llull, que “es un organismo público creado con el objetivo de promover en el exterior los estudios de lengua catalana en el ámbito académico, la traducción de literatura y pensamiento escritos en catalán, y la producción cultural catalana en otros ámbitos como el teatro, el cine, el circo, la danza, la música, las artes visuales, el diseño o la arquitectura”, tal y como ellos mismos se autodescriben en su página web.
El Círculo de castellanohablantes de la Comunidad Valenciana recuerda que “Francia tiene el Institut Français; Portugal, el Camoens; Alemania, el Goethe Institut; Gran Bretaña, el British Council y España tiene (o tenía) el Instituto Cervantes para promoción del español, con un prestigio impresionante e imparable. De este prestigio se vienen beneficiando las lenguas regionales de España que, no contentas con sus cursos súper-subvencionados (…) quieren echarlo (al español) de su casa o, sibilinamente, dejarlo en el cuarto oscuro donde nadie lo vea”.
En este sentido, no son los únicos que advierten de que “el castellano lleva camino de convertirse en la única lengua de España que no tendrá un Instituto propio para la promoción y difusión de su lengua”.