Reestructuración empresarial

Euskadi S.A.: cómo el PNV quiere poner al País Vasco por delante de Cataluña en poder económico

Iberdrola, BBVA y Kutxabank son sus grandes armas para crear campeones internacionales

Sabadell explora su fusión con Kutxabank para luego unirse a BBVA y crear el primer megabanco español

PNV
Andoni Ortuzar e Iñigo Urkullu.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

El proyecto de fusión entre Kutxabank, Sabadell y BBVA publicado por OKDIARIO forma parte de un plan a largo plazo del PNV para convertir al País Vasco en la región con mayor fortaleza empresarial por detrás de Madrid. Su presidente, Andoni Ortúzar, es consciente de que es clave para mantener a Pedro Sánchez en el poder, y quiere aprovechar el declive de Cataluña como potencia económica a causa del ‘procés’ para adelantarla. Para ello, sus principales dirigentes pretenden realizar grandes operaciones corporativas que tendrán como protagonistas a los tres buques insignia de Euskadi: Iberdrola, BBVA y Kutxabank. Y si puede ser, antes de fin de año.

Así lo aseguran fuentes conocedoras del proyecto, que algunos en el País Vasco denominan «Euskadi S.A.» y que supone un giro radical en la política económica tradicional del partido. «El PNV ha abandonado definitivamente las veleidades de Ibarretxe en vista del fracaso del ‘procés’, y ha pasado a un ‘nacional-pragmatismo’ que quiere poner en marcha para ser la región más rica de España y superar la media europea», señala una de estas fuentes.

Otra añade que «en Ajuria Enea creen que tienen una oportunidad de oro para que Euskadi se ponga por delante de Cataluña como polo de riqueza ante la salida de bancos y empresas, y la huida de inversiones de esa comunidad a consecuencia de la amenaza soberanista».

Este salto económico, en la esfera pública, ya se está dando apoyado en el privilegiado régimen fiscal vasco (el concierto y el cupo) y en la caja única de la Seguridad Social, que cubre el déficit de las pensiones de la comunidad (son las más altas de España). Pero el Gobierno vasco quiere completarlo con un salto similar en la esfera privada, de forma que las compañías de origen vasco incrementen su poder en el mundo empresarial español y europeo.

Tradicionalmente, el PNV ha sido muy conservador en este terreno y ha preferido que las empresas y entidades vascas -en especial aquellas con control público- consolidaran su poder en su territorio en vez de expandirse fuera (el ejemplo más claro es Kutxabank, fusión de las tres antiguas cajas vascas, que no ha hecho ningún movimiento en la consolidación financiera española desde que ganó la subasta de Cajasur en 2010). «Ahora la idea es la contraria, salir y expandirse fuera para consolidar su dominio en toda España».

Iberdrola, BBVA y Kutxabank, los «santos griales»

Para lograrlo, las fuentes aseguran que el PNV pretende ejecutar su estrategia a través de tres grandes empresas, y antes de fin de año si es posible:

  1. BBVA: cerrar la fusión BBVA-Bankia con Goirigolzarri al frente era el sueño dorado de las familias de Neguri, que pretendían «revasquizar» el banco que perdieron a manos de Francisco González con el escándalo de las cuentas de Jersey en diciembre de 2001, a pesar de no contar con una posición relevante en el accionariado. «Tampoco la tiene el PNV en el parlamento, pero arrancó a Sánchez su apoyo a esta operación para respaldar su Gobierno en verano de 2019, y ahora insiste en ello para los presupuestos. Y el PNV piensa en esos términos, no empresariales», según otra de las fuentes.

Sin embargo, la operación se encontró con la firme oposición del consejo de BBVA, presidido por el delfín de González, Carlos Torres, pese al descontento de sus accionistas con las pérdidas del valor y la presión del ‘caso Villarejo’. Y, en ese impasseIsidre Fainé convención al Gobierno de la fusión de CaixaBank y Bankia, lo que ha obligado al PNV a buscar un plan B.

2. Kutxabank: el banco propiedad al 100% de las tres antiguas cajas vascas, controladas por el partido nacionalista, ya contemplaba como parte de este plan expandirse con una adquisición en España para la que cuenta con un importante exceso de capital (tiene una ratio del 16%, la mayor de España). Por ejemplo, se interesó en Liberbank, como adelantó OKDIARIO. Pero tras la operación de CaixaBank y Bankia, el PNV ha subido la apuesta y ha decidido que participe en la operación BBVA-Sabadell , cuyos presidentes habían iniciado contactos presionados por el Gobierno y el BCE, tal como adelantó la semana pasada OKDIARIO.

Esta jugada, si finalmente culmina (también enfrenta grandes obstáculos), sería aún mejor para el PNV que la de Bankia: no solo ‘reconquistaría’ el BBVA, sino que esta vez lo haría con una entidad que controla y se convertiría en el principal accionistas de la fusión a tres. Además, la sede de la entidad fusionada estaría en Bilbao, lo que multiplicaría su importancia como plaza financiera (también pretende situar allí alguna división, como la tecnológica). En clave interna, afianzaría su control de Kutxabank ante la amenaza de que Bildu le coma terreno electoral en el País Vasco en el futuro.

3. Iberdrola: el PNV pretender convertir a Iberdrola en la mayor empresa de España y la mayor eléctrica de Europa. Ya es la segunda compañía con mayor capitalización del Ibex, solo superada por Inditex, pero la idea es dar el salto definitivo con la adquisición de una eléctrica europea que ponga a Iberdrola a la altura o por delate de las Enel, E.ON, RWE, etc. «Galán tiene carta blanca para poner el broche de oro a su mandato en Iberdrola porque esa supereléctrica tendría su sede en Bilbao», según otra de las fuentes. De momento, ha aprovechado una oportunidad en Estados Unidos con la compra de PNM, pero las fuentes aseguran que la ‘big one’ está por llegar.

Las prisas del partido nacionalista por ejecutar cuanto antes estas tres operaciones deriva de su temor a que las exigencias del rescate de Europa hagan saltar por los aires el Gobierno o fuercen al PSOE a buscar el apoyo del PP. Cualquiera de estas dos opciones dejaría al PNV sin su actual posición de fuerza para plantear exigencias a Sánchez, por lo que tratará de alcanzar sus objetivos empresariales antes de que esto pueda ocurrir.

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