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Estos son los alimentos que se pueden comer caducados: lo dice la OCU

alimentos caducados
Blanca Espada

Seguro que has abierto la nevera y te has dado cuenta que ese paquete de jamón que guardas, lleva días caducado, o lo mismo puede pasar con un yogur o cualquier alimento del que se nos pase la fecha. Surge entonces, la duda, ¿podemos comer alimentos que están caducados? La lógica nos lleva a pensar que lo mejor es descartarlos, pero la OCU tiene algo que decir al respecto ya que puede que te sorprenda, pero sí, hay alimentos que se pueden comer más allá de la fecha de caducidad.

La clave según nos explica la Organización de Consumidores y Usuarios en su web, está en entender qué significa realmente la fecha que aparece en el envase. Porque no es lo mismo que un alimento tenga fecha de caducidad que fecha de consumo preferente. La primera marca un límite de seguridad, la segunda solo avisa de una posible pérdida de calidad. Es un matiz importante que, si no se conoce, puede llevarnos a desechar comida perfectamente aprovechable. Y en un momento como el actual, donde tirar comida supone un coste económico y ambiental importante, conviene tener claro qué productos pueden comerse aunque hayan pasado de fecha.

Estos son los alimentos que se pueden comer caducados

Lo primero que nos explica la OCU es que tenemos que distinguir entre dos tipos de fecha. Una indica cuándo el alimento deja de ser seguro para el consumo; la otra, cuándo puede empezar a perder propiedades sin suponer un riesgo. Si ves en el envase la frase Consumir preferentemente antes de…, no significa que después no puedas comerlo. Sólo avisa de que puede haber algún cambio en el sabor, el color o la textura. Pero si el producto está bien conservado, sigue siendo comestible.

A diferencia de la fecha de consumo preferente, la fecha de caducidad sí marca un límite real. Y cuando hablamos de productos frescos como carnes, pescados o embutidos que necesitan frío, conviene respetarla sin excepciones. Aunque el alimento tenga buen aspecto o huela bien, eso no garantiza nada: algunas bacterias peligrosas no dan señales visibles ni tienen olor. Por eso, si ha pasado la fecha que marca el envase, lo más prudente es no jugársela.

Fíjate en cómo se señala la fecha

La OCU señala que también es útil fijarse en cómo viene escrita la fecha, porque eso da pistas sobre lo que podemos esperar. En productos que duran menos de tres meses suele venir el día y el mes; en los que aguantan más tiempo, aparece solo el mes y el año. Y si el alimento tiene una vida útil larga (como muchas conservas) normalmente basta con el año.

Productos que puedes comer aunque haya pasado la fecha

Ahora bien, no todos los productos se estropean en cuanto pasan de fecha. Hay un buen número de alimentos que, aunque lleven varios días o incluso semanas más allá de la fecha de consumo, siguen siendo perfectamente comestibles. Eso sí, hay que tener en cuenta dos cosas: que el envase no esté abierto y que se hayan conservado en condiciones adecuadas (lugar fresco, seco, sin exposición al calor, etc.).

Entre los más habituales están los yogures, sobre todo si han estado bien refrigerados. La OCU añade que también se pueden aprovechar el pan de molde, galletas, bollos industriales, frutos secos, patatas fritas, cereales, pasta seca, arroz, legumbres, embutidos curados o quesos duros. Incluso algunos productos como sopas de sobre, salsas envasadas o refrescos aguantan bien, siempre que estén cerrados y el envase esté en buen estado.

Los alimentos que no llevan fecha (y no por error)

Hay un grupo de productos que no llevan ni fecha de caducidad ni de consumo preferente, y no es porque se les haya olvidado en fábrica. Son alimentos considerados no perecederos por su naturaleza o su modo de conservación. Por ejemplo: la sal, el azúcar, el vinagre, las bebidas alcohólicas de alta graduación (más del 10%), o incluso los chicles. No se estropean con facilidad, aunque con el tiempo puedan perder sabor, aroma o color.

La OCU aclara que también entran aquí algunas frutas y verduras frescas, así como panes y bollería del día, que se compran para consumir en el momento y, por eso, no necesitan etiqueta con fecha. En estos casos, como siempre, la mejor guía es lo que ves y hueles.

Alimentos que sí hay que tirar al pasar la fecha

Carnes frescas, pescados, mariscos, pollo, queso fresco, o comidas preparadas refrigeradas. Estos productos pueden ser un caldo de cultivo perfecto para bacterias peligrosas, incluso aunque se vean y huelan bien, por lo que la OCU aconseja conservarlos siempre bien, pero si ya se ha pasado su fecha, es mejor no comerlos.

Además, debemos tener cuidado con el moho. No siempre basta con cortar la parte verde. En muchos alimentos, los hongos pueden penetrar hacia el interior a través de unas ramificaciones invisibles (el micelio), liberando toxinas perjudiciales. Así que en productos como el pan fresco, las frutas blandas o las cremas, si ves moho, lo más seguro es tirarlo todo.

Sí hay una excepción: quesos duros, jamones y embutidos curados. En estos casos, si el moho es superficial, puedes retirarlo sin problema.

¿Y si lo como sin saberlo?

Hay veces en que uno come algo y, al revisar la etiqueta más tarde, se da cuenta de que la fecha ya había pasado. ¿Qué me puede pasar?. Si era un alimento poco perecedero o ha estado bien conservado, lo más probable es que no ocurra nada. Pero si era un producto delicado, conviene estar atento a cómo te sientes en las horas siguientes.

Las intoxicaciones alimentarias pueden deberse a bacterias como Salmonella, Listeria o E.coli, y cada una actúa a su ritmo. A veces los síntomas aparecen en unas pocas horas, y otras tardan varios días. Lo más común es sentir molestias en el estómago, vómitos, diarrea o fiebre, de modo que si notas alguno lo mejor es ir al médico.

Congelar, pero con sentido común

Por último la OCU aconseja la congelación, como una de las formas más eficaces de conservar alimentos por más tiempo, pero no todo vale. Lo ideal es hacerlo cuando el producto aún está en buenas condiciones, no cuando ya queda un día para que caduque. Si congelas a tiempo, te aseguras de frenar el deterioro sin que haya riesgo.

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