Estados Unidos ordena revisar 2.600 aviones de Boeing por problemas con las mascarillas de oxígeno
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), entidad gubernamental responsable de la regulación de todos los aspectos de la aviación civil en los Estados Unidos, ordena revisar más de 2.600 aviones de Boeing en el país americano tras constatar problemas con el funcionamiento de sus mascarillas de oxígeno en caso de emergencia.
El organismo encargado de la seguridad aérea en Estados Unidos ha ordenado una revisión visual de los generadores de oxígeno en ciertos modelos 737 Next Generation y MAX de Boeing.
Si se encuentran defectuosos, deberán ser reemplazados por unidades nuevas o en buen estado, asegurando también las almohadillas térmicas y recolocando los generadores afectados.
Problemas de Boeing en Estados Unidos
Estas inspecciones y reparaciones deberán completarse en un plazo de 120 a 150 días, dependiendo de la configuración específica de cada avión. Estas acciones preventivas son esenciales para asegurar que todas las aeronaves cumplan con las normas de seguridad necesarias para su operación comercial.
Esta noticia se ha conocido tras declararse culpable la compañía de conspiración criminal por los dos accidentes de los modelos 737 MAX en los que murieron 346 personas en 2018 y 2019. Así, el fabricante de aviones se enfrenta a una multa que puede alcanzar los 447 millones de dólares, aunque la Justicia de Estados Unidos tendrá que determinar la cantidad exacta.
En concreto, el Departamento de Justicia de Estados Unidos determinó en mayo que el fabricante había incumplido un acuerdo de enjuiciamiento diferido de 2021, que estaba relacionado con dos accidentes aéreos mortales.
Esta decisión se produjo tras un incidente ocurrido el 5 de enero, cuando un panel del fuselaje de un 737 MAX 9 se desprendió. Este incidente ocurrió poco antes de que el acuerdo expirara, lo que llevó a la revisión y determinación de incumplimiento por parte del Departamento de Justicia.
Así, el país norteamericano concluyó que la compañía había incumplido un requisito del acuerdo de enjuiciamiento diferido de 2021, que establecía la implementación de un programa de cumplimiento efectivo destinado a prevenir y detectar violaciones de las leyes estadounidenses contra el fraude. Ahora Boeing ha reconocido los hechos y se ha declarado culpable.
En consecuencia, el Gobierno de Estados Unidos y Boeing están en las fases finales de negociación de un nuevo pacto, que se espera que sea presentado ante el tribunal antes del 19 de julio.
Además de la multa que se impondrá, el acuerdo estipula que Boeing deberá instalar un supervisor corporativo y gastar al menos 455 millones de dólares (420 millones de euros) en la mejora de sus programas de cumplimiento y seguridad durante los próximos tres años. Este acuerdo también está sujeto a un periodo de libertad condicional bajo supervisión judicial y requiere la aprobación final del tribunal.