El estado de la vivienda de los españoles no llega al notable

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Vivienda en reformas (Foto: GETTY).

Los españoles puntúan con un 6,7 el “estado físico” de sus casas; es decir, por debajo del notable y eso que el examen se lo hacen a ellos mismos, en asuntos tan fundamentales como humedades, ruidos o frío.

Así lo demuestra el estudio Quiero Vivir Mejor, puesto en marcha por Cuida tu Casa, la iniciativa de la industria y el comercio especializado en la reforma para saber cómo se vive dentro de los hogares.

La vivienda es el lugar en el que más tiempo pasamos, y por ello debería encontrarse en unas condiciones que garanticen el descanso, el bienestar y la calidad de vida de quienes las habitan. No obstante, los resultados de este estudio, obtenidos tras realizar 800 encuestas, ponen de manifiesto que todos pensamos que vivimos en mejores condiciones de las reales, porque nos acostumbramos a los ruidos, a las pérdidas de calor o a ver manchas en las paredes debido a las humedades.

La puntuación que dan los españoles a sus casas demuestra que esas condiciones resultan claramente mejorables. Lo que tampoco es de extrañar si se tiene en cuenta que no existe un culto al hogar como sí lo hay hacia el automóvil. De hecho, el 5% del presupuesto familiar se dedica al mantenimiento del coche, mientras que al de la casa apenas se destina un 3%. Y eso pese a que los automóviles permanecen el 90% de su tiempo parados y es una inversión económica menor que tiende a no valer nada con el paso del tiempo.

El estudio analiza 9 puntos críticos para la calidad de vida dentro del hogar. Uno de los más importantes a la hora de descansar y conciliar el sueño es la insonorización de las paredes, que suspenden el 10% de los españoles con un cero rotundo. La nota mencionada demuestra que estamos acostumbrados a convivir con alboroto y murmullos y de los datos del sector se desprende que el 20% del ruido de los hogares procede de las conversaciones entre vecinos. O lo que es lo mismo, la principal fuente de sonidos molestos está al otro lado de las paredes.

Algunos tiritarán de frío, otros sudarán por el calor… Y es que los españoles puntúan con un 6,6 el acondicionamiento térmico de sus viviendas, lo que revela un déficit significativo en cuanto al aislamiento se refiere. Es más, nueve de cada diez hogares sufren pérdidas de calor al no estar acogidas a la última actualización del Código Técnico de la Edificación (CTE), y uno de cada diez hogares pierde temperatura de forma constante.

Más allá del confort y de la calidad de vida, los bolsillos pueden resentirse de las malas condiciones que presenten las viviendas. Y en este sentido, el ahorro energético es otra de las variables a mejorar, ya que sólo uno de cada cuatro españoles se muestra satisfecho. Sin embargo, si abrigaran sus fachadas y aislaran la envolvente para evitar fugas los hogares podrían ahorrar dos tercios de la energía que consumen.

Por otra parte, en torno a la mitad de las viviendas no son accesibles y una de cada diez presenta deficiencias notables. En cualquier caso, los españoles aprueban con un bien alto (6,7) la accesibilidad de sus casas. O en otras palabras, poder disfrutar de una cierta libertad de movimientos; misma nota que dan a la ergonomía, aunque un 7% de los encuestados no está nada conforme con la disposición del mobiliario en aras de satisfacer las necesidades vitales de descanso, seguridad y confort.

Mejor calificación recibe el confort lumínico, la categoría en la que los hogares obtienen una mejor nota (un 6,8). No obstante, una de cada diez casas dispone de una iluminación muy deficiente.

Si bien es cierto que una buena iluminación tanto natural como artificial, una ventilación exterior y un sistema de desecho de residuos son los requisitos básicos para que un hogar resulte salubre, también lo es que apenas una cuarta parte de las viviendas en España los cumple al 100%. Y aunque no se trate de una de las necesidades básicas que contemplaba Maslow en su célebre pirámide, cerca del 5% de la población española vive en situación de brecha digital y uno de cada diez hogares padece de nula conectividad.

En definitiva, la nota que dan los españoles a sus viviendas, a pesar de resultar aceptable, queda a 2,3 puntos del sobresaliente. Y esa puntuación es precisamente a la que deben aspirar. Para ello, la directora técnica de Cuida tu Casa, Sandra Barañano asegura que se requiere un cambio de mentalidad, por el que los gastos que se realicen para la casa pasen a concebirse como una inversión con retorno no sólo económico sino también de calidad de vida. De igual modo, resalta la importancia de concienciar a las administraciones públicas de que la reforma es una palanca de crecimiento sostenible; de rendir el mismo culto, o más, a la casa que al coche; y de pasar del conformismo al “confortmismo”.

Barañano remarca que acostumbrarse a convivir con frío en invierno y calor en verano, con ruidos molestos o humedades puede deteriorar la calidad de vida y llegar a tener efectos perniciosos para la salud. En este punto insiste en que “un hogar en mal estado no sólo determina lo cómodo que puedas estar, sino también tu felicidad”.

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