Los empresarios avisan: los primeros efectos negativos de la subida del salario mínimo se verán tras el verano
El supervisor financiero estimó que la fuerte subida del SMI en 2019, superior al 22%, podría provocar la pérdida de 125.000 empleos. Los empresarios avalan los cálculos del Banco de España pese a las críticas del Gobierno.
El mercado laboral puede verse afectado sensiblemente en la segunda mitad del año por la subida unilateral del salario mínimo impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez. Los primeros efectos del alza del SMI se verán cuando se puedan analizar las estadísticas de este verano, apuntan las fuentes empresariales consultadas por OKDIARIO.
Hay dos potenciales perjudicados de la iniciativa del Ejecutivo socialista: en primer lugar, el empleo, especialmente el de las personas con salarios más bajos, y, en segundo lugar, las empresas adjudicatarias de la administración que prestan servicios como la limpieza o los centros deportivos, a las que el Gobierno ha negado que se actualicen los contratos con la subida salarial.
Aunque el Ministerio de Trabajo ha asegurado que los cálculos de entidades como el Banco de España eran exagerados, pidiendo incluso una rectificación, desde el mundo patronal explican a OKDIARIO que gran parte de la ralentización en la creación de empleo que esperan los expertos en la segunda mitad del año se deberá a esta medida y que las previsiones del organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos son certeras. La pugna entre Trabajo y el servicio de estudios del Banco de España ha llevado a este último organismo a anunciar que no dará nuevas estadísticas sobre este asunto hasta 2020.
El supervisor financiero estimó que la fuerte subida del SMI en 2019, superior al 22%, podría provocar la pérdida de 125.000 empleos. Los empresarios, que son una fuente acreditada para avanzar qué ocurrirá en el mercado laboral, porque son los que crean o destruyen puestos de trabajo en el país, barajan en sus análisis internos cifras similares. De hecho, consideran que en el verano podría verse el impacto de esta medida en el sector servicios. “El impacto en la hostelería se notará entre junio y septiembre, que es cuando se contrata”, afirma una fuente.
Lo que está claro es que la libertad del mercado laboral español ha empeorado en 2019 por el «considerable» aumento del salario mínimo interprofesional (SMI), que desde el 1 de enero se ha situado en 900 euros mensuales, según un informe del Instituto de Estudios Económicos (IEE) a partir de los datos sobre libertad económica en 186 países que publica la Fundación Heritage.
Oficialmente desde CEOE son cautos al hacer previsiones, aunque no descartan que la subida del salario mínimo vaya a dañar el mercado laboral: “El hecho de que, en los primeros meses del año, el incremento de los costes haya sido compatible con una cierta creación de empleo, no significa que, en caso de no haberse producido este aumento de costes, el crecimiento del empleo no pudiera haber sido mayor”, remarca el último boletín trimestral de junio de la patronal.
De hecho, CEOE avisa de que “hay que apuntar también que el efecto del incremento del SMI sobre el empleo está influido por la diferencia entre el SMI y el salario medio y mediano de la economía, en el sentido de que cuanto menor sea esta diferencia, cabría esperar mayores efectos sobre el mercado laboral”. El citado informe avisa que “tras la última subida del 22% este mismo año, esta diferencia es ahora sustancialmente menor, con lo que se debe ser especialmente prudente a la hora de plantear subidas adicionales del SMI, ya que en este contexto probablemente tendrían efectos negativos sobre el empleo aún mayores que los que pueda estar teniendo el último incremento”.
A pesar de estos avisos, Pedro Sánchez, que no tiene garantizada su investidura, desoye a los empresarios y se plantea impulsar una subida del SMI hasta los mil euros. Desde las empresas de limpieza avisan de que, en el caso de que se produzca este incremento adicional previsto por el PSOE, se verá afectado prácticamente todo el sector, salvo un 30% o un 40%. El impacto se verá especialmente en las pymes proveedoras de estos servicios y no tanto en las grandes compañías.
El mayor problema lo están teniendo las empresas de limpieza que son contratadas por la administración por prestar sus servicios. Tanto la Abogacía del Estado como la junta de contratación de Hacienda se han negado a actualizar los contratos, obligando a asumir a las compañías el coste del 22% en el SMI. El problema es que como los beneficios medios de las compañías más pequeñas de este sector ronda el 2%, el incremento del salario mínimo ha llevado a muchas a entrar en pérdidas y amenaza a algunas incluso con la quiebra. En muchas compañías han subido los costes en torno al 10%. “Las empresas se han quedado enseguida sin márgenes. Hay personas a las que han despedido, otras a las que han recortado el tiempo de trabajo. Si todo fuera tan bonito, no habría problema en subir los salarios”, señala una fuente de este sector.
Otras compañías con problemas similares son las de monitores deportivos, las asociaciones deportivas y los centros especiales de empleo, que también tienen convenios con sueldos, en ocasiones, por debajo del SMI.