Economía

El empleo, de más a menos y así seguirá

El empleo, de más a menos y así seguirá
El empleo, de más a menos y así seguirá

Cuando en abril y mayo la afiliación a la Seguridad Social crecía a un ritmo anual del 5%, era claramente algo insostenible: si la economía va de más a menos, cada vez con más problemas, es imposible que el empleo crezca un 5%. Por eso, el incremento interanual del empleo de agosto, de 3,5%, implica una desaceleración lógica. Desaceleración que debería continuar en los próximos meses.

Los casi 55.000 nuevos empleos de la Industria prácticamente se compensan por la destrucción de empleo en el campo (31.400 empleos menos) y el servicio doméstico (10.000 trabajadores menos). La Construcción hace una pequeña contribución positiva de 35.500 empleos; ahora hay solo 11.800 autónomos más que hace un año. Así, la creación de puestos de trabajo se concentra en dos rubros: los servicios privados (el 80% del total, con 541.300 nuevos empleos) y el sector público (11% del total; 74.000 empleados más).

La mitad de los nuevos empleos de los servicios privados está directamente vinculada con la recuperación del turismo del exterior: Hostelería (+13,9%), Arte y ocio (+8,7%), más una parte de la creación de puestos de trabajo del comercio y el transporte. Ese sigue siendo el principal motor detrás de las nuevas empleos contrataciones.

El caso es que ese motor irá perdiendo fuerza, porque el turismo exterior ya había empezado a recuperarse en la segunda mitad del año pasado. Miremos los datos: en febrero pasado entraron a España 11 veces más turistas que un año antes; en abril, 9 veces más (el empleo en la Hostelería crecía 30,7%); en junio, el triple (la contratación en la Hostelería se moderaba al 21,3%), y en julio-agosto, más de 18 millones de turistas, que es aproximadamente el doble que un año antes. A final de año, el incremento del turismo rondará el 20%, por lo que cabe esperar que el empleo en la Hostelería pierda dinamismo, no solo por una cuestión estacional, sino también porque la recuperación del turismo exterior se habrá casi completado.

Lo mejor que podemos esperar es que, en diciembre, el número de ocupados sea igual que el de junio pasado. En ese caso, el crecimiento interanual de la afiliación pasaría del 3,5% de agosto a 2,7%. Sin embargo, ese escenario es optimista porque tiene tres amenazas principales: 1) la inflación (que carcome el poder de compra de los salarios); 2) los tipos de interés (el Euribor sube con una violencia que no esperaban los alquimistas del Banco Central Europeo; los préstamos e hipotecas se encarecerán y restarán más capacidad de compra a empresas y familias); y 3) un nuevo aumento del salario mínimo (que expulsa del mercado laboral a las personas con menor formación y golpea con más virulencia las cuentas de las Pymes, cuya capacidad de contratación cae).

No es casualidad que el campo encadene 13 meses seguidos destruyendo empleo y que lo mismo ocurra en el servicio doméstico desde hace nueve meses: son dos de los sectores en los que una mayor proporción de asalariados percibe el salario mínimo. Como Pedro Sánchez y Yolanda Díaz se empeñan en subirlo de manera exagerada, las pymes y familias no pueden pagarlo y los trabajadores pierden su empleo. Desde que Sánchez llegó a La Moncloa, 105.800 personas en estas dos ramas de actividad perdieron su empleo.

Otros datos nos permiten ver el diferente impacto que tiene el salario mínimo en las distintas capas de la población: ahora hay 265.000 ocupados menos con educación primaria que cuando llegó Sánchez a La Moncloa. Y 123.600 menos con la primera etapa de la secundaria. Pero hay 1,1 millón más con formación superior. Un buen ejemplo de cómo el socialismo siempre consigue lo contrario de lo que promete. En suma: los datos de empleo de agosto muestran todavía el efecto favorable del turismo exterior. Como ese efecto se irá apagando y el entorno económico se va complicando, tenemos que esperar que la creación de empleo vaya a menos en los próximos meses.

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