Las diferencias fiscales entre Trump y Clinton

Las diferencias entre una candidata y otro son más que grandes. Diferencias, que son más plausibles si cabe en el ámbito fiscal, donde el partido republicano de Donald Trump aboga por bajar todo aquel impuesto que “penalice el ahorro” y “desaliente la inversión”, mientras que el partido demócrata incluye entre sus propuestas eliminar algunas lagunas fiscales que benefician a los multimillonarios o apoyar a las empresas pequeñas reduciéndoles la tributación. Pero vayamos por partes.

Las propuestas de Trump

–       Hacer el código tributario mucho más simple y sencillo para que sea de fácil comprensión.

–       Favorecer fiscalmente el matrimonio.

–       Preservar la Seguridad Social sin aumentar los impuestos.

–       Reducir el Impuesto de Sociedades.

–       Adoptar una enmienda para que las subidas de impuestos requieran una mayoría de votos muy amplia.

–       Se opone a cualquier impuesto sobre el carbón.

Además, Donald Trump propone reducir los tramos y bajar las tasas para la mayoría de ciudadanos dejándolas en 12%, 25% y 33%, frente a las tasas actuales (10%, 15%, 25%, 28%, 33%, 35% y 39,6%), Además, para las ganancias de capital y los dividendos quiere que tributen al 0%, 15% y 20%.

También ha lanzado una propuesta el polémico candidato por la que las familias se podrían deducir los gastos del cuidado de niños, aunque lo cierto es que se trata de una medida muy poco detallada hasta el momento.

Trump también abogaría por recortar la tasa impositiva corporativa, es decir, el que aquí conocemos como impuesto de sociedades. El candidato republicano apuesta por un recorte del tipo del 35% actual al 15%.

Las propuestas de Clinton

–       Gravar ciertos ingresos individuales que superen los 250.000 dólares para ayudar a financiar la Seguridad Social norteamericana.

–       Establecer un impuesto adicional a los multimillonarios para que “paguen su parte justa”.

–       Reestructurar los impuestos en las “fincas multimillonarias”.

–       Ampliar el programa de crédito para trabajadores de bajos ingresos que no estén criando niños.

–       Crear una tasa sobre las transacciones financieras para frenar la “especulación excesiva”.

–       Eliminar los recortes de impuestos y los subsidios especiales a las compañías de combustibles fósiles.

–       Incentivar fiscalmente a las compañías que promuevan la energía limpia.

Hillary Clinton aboga por aumentar los impuestos sobre las ganancias de capital para “desalentar la inversión cortoplacista”. Se instalaría, de este modo, una tarifa móvil, penalizando a este tipo de inversiones y favoreciendo las de largo plazo.

El partido demócrata apuesta también por la denominada “regla Buffet”, que garantiza que los millonarios no pueden pagar tasas más bajas que sus secretarios. Además, también aboga Clinton por cerrar algunas lagunas fiscales que benefician a los más ricos.

Además, Clinton pondría una tasa adicional del 4% para todo aquel que gane más de cinco millones de dólares anuales. Multimillonarios, a los que el partido demócrata, si llegara al poder, preguntaría si desean contribuir más a las Seguridad Social.

Respecto a las empresas, Clinton establecería una serie de restricciones y aumentos tributarios a las compañías estadounidenses que operen en el extranjero. Además, también apuestan por imponer una “tasa de riesgo” a los grandes bancos e instituciones financieras así como poner fin a las “subvenciones fiscales del despilfarro” para las compañías petroleras y gasistas.