El Decreto de la luz inspirado por Podemos asegura el éxito de la OPA de Naturgy… repudiada por Podemos
El Gobierno de coalición hace cosas tan disparatadas que ha pegado un tiro en el pie a Podemos… por aplicar las medidas que pedía Podemos. Con su Real Decreto para intentar bajar el precio de la luz, ha conseguido asegurar el éxito de la opa del australiano IFM sobre Naturgy. Y es que va como pollo sin cabeza en el tema energético, contradiciéndose constantemente y tomando medidas que hacen más mal que bien. Porque, además de a Podemos, con este asunto le hace la pascua a La Caixa, y eso son palabras mayores.
En su desesperación e impotencia por frenar como sea la escalada de la electricidad, tras el anunciado fracaso de las tímidas medidas tomadas hasta ahora, nuestro amado líder decidió ir más lejos de lo que le había planteado su propia ministra Teresa Ribera y adoptar muchas de las peticiones de Podemos. A su juicio, era la única manera de que el recibo volviera a los niveles de 2018, tal como prometió a principios de mes. Básicamente, el Real Decreto consistía en meter un rejón a las malvadas eléctricas, como siempre ha querido su socio de Gobierno: no hay más que ver el famoso vídeo de los percebes de Pablo Echenique. Sólo le faltó crear la famosa eléctrica pública.
Para que se entienda. pic.twitter.com/IKFKzCQngg
— Pablo Echenique (@PabloEchenique) August 24, 2021
Eso dejó boquiabiertos a los propios de Podemos, que no deban crédito a que hicieran caso a sus disparates (según publicó Vozpópuli). Pero claro, con tanto desconocimiento y precipitación, en el Gobierno no cayeron en que este hachazo tenía consecuencias que iban en dirección radicalmente contraria a sus propios intereses.
Chapuza sobre chapuza
Por ejemplo, no se dieron cuenta de que la norma obligaba a todas las fuentes de generación, incluidas las renovables, a pagar este impuesto. Al liarse la que se lió tuvieron que rectificar, chapuza sobre chapuza, con una «nota aclaratoria» (como si se pudiera legislar así) que dejaba fuera a eólica y solar. Pero en realidad es un reglamento encubierto, sin firmar por nadie y del que no se responsabiliza ningún organismo de la Administración. Por lo cual, las grandes eléctricas -que creen que el Gobierno lo ha hecho para «comprar el silencio» del sector- están convencidas de que la nota será tumbada en los tribunales y de que que las renovables tendrán que pasar por caja como el resto.
Pero hay otra consecuencia imprevista e indeseada: la opa sobre el 22,69% de Naturgy. Si había dudas sobre si el precio era lo suficientemente alto (aunque sus competidoras habían bajado en Bolsa desde que se anunció la oferta y ella no), ahora con el mazazo, la incertidumbre regulatoria y el desplome de las cotizaciones de Endesa, Iberdrola y EDP, ya no queda ninguna duda: ahora sí que la prima es sustanciosa, por lo que los accionistas de la compañía que preside Francisco Reynés acudirán en masa. Por eso, y porque el valor se desplomará en cuanto termine la operación.
Y hay que recordar que Podemos se opuso furibundamente a la opa con un argumento calcado al de Vox (ya se sabe que la política hace extraños compañeros de cama): que se pierde la españolidad de Naturgy. «Perdemos soberanía. Nuestro objetivo como Estado debe ser garantizar derechos por encima de cualquier interés económico de una empresa extranjera», dijeron en su momento. Por supuesto, ellos defienden el estatismo y, a ser posible, la nacionalización de las eléctricas (y ya puestos, de todas las empresas hasta llegar al paraíso comunista).
Pues resulta que, gracias a un Decreto que recoge sus propuestas se va a garantizar el éxito de la opa a la que ellos se oponían. Es lo que tiene la ignorancia supina de cómo funcionan la economía y los mercados, y el moverse únicamente por ideología sin contacto con la realidad.
Rejón también a La Caixa
Pero no se trata sólo de Podemos. Más grave puede ser lo de La Caixa. Como es sabido, a Isidre Fainé no le hizo ni pizca de gracia la opa porque teme que IFM se alíe con otros fondos presentes en el capital, como CVC y GIP, para quitarle el control de Naturgy a su holding Criteria Caixa. Por eso, inició una campaña de compras en mercado para quedarse al borde del 30% a partir del que hay obligación de lanzar una opa por el 100%. Así que el hecho de que el Gobierno facilite la operación de IFM con su Decreto tampoco le ha gustado nada.
Para empezar, ha impedido que el consejo recomiende no acudir la opa, porque eso sería ir en contra de los intereses de los accionistas. En segundo lugar, se tendrá que ‘comer’ la pérdida por el previsible batacazo de la acción. Y si la oferta, como todo indica, tiene éxito, le dejará en la posición incómoda que deseaba evitar a toda costa, con el riesgo de perder el control. Siempre podrá vender a medio plazo cuando se salga IFM, pero ésa no es la estrategia de La Caixa.
No obstante, Fainé siempre podrá pedir al Gobierno que impida que los fondos se alíen para tomar el control, so pretexto de la mantener la gestión de «la calefacción de España» en manos nacionales. Y a Sánchez, como a todos los Gobiernos, no le interesa en absoluto llevarse mal con la mayor entidad financiera de España.