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¡Y decidieron arruinar España!

PSOE Podemos
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en Moncloa. (Foto. Podemos)

«No soy producto de mis circunstancias, soy producto de mis decisiones», Steven Covey

¿Cuál es para ti el coste de cada decisión? Depende… contestaréis. Pues en mi humilde opinión cada paso debe multiplicar, y tomar buenas decisiones es una habilidad crucial en absolutamente cada nivel. La toma de decisiones es realmente exitosa cuando reside en un equilibrio entre pensamiento deliberado e intuitivo, que como peregrinos fieles somos conocedores de que lo más duro de aprender en la vida es qué puente cruzar, ¡y cuál quemar!

Una decisión real consiste en reflexionar con lentitud, pero ejecutar muy rápidamente, y se mide por el mero hecho de que has tomado una nueva acción. Si no hay acción, no has decidido realmente. Mala cosa es tener un lobo cogido por las orejas, pues no saber cómo soltarlo ni cómo continuar aguantándolo, ¿no creen? Encontrándome en tal tesitura es cuando aprendí que no debo tomar una decisión permanente cuando me encuentre en una situación emocional temporal, y que las buenas decisiones vienen de la experiencia, y la experiencia viene de las preciosas malas decisiones, ya que al fin y al cabo la vacilación es el más vehemente indicio de la debilidad de carácter, y no estamos en esas. Por ende; brevedad en el estilo, precisión en el pensamiento y decisión en la vida señores/as. Será entonces cuando el mundo entero se aparte cuando vea pasar a un hombre/mujer que sabe adónde va… La distancia entre locura y genio sólo se mide con lograr el éxito: yo francamente me siento cómoda en ambas plazas.

El desafío no espera. La vida no mira hacia atrás, y si persigues dos conejos, ambos escaparán. Saber decidir por tanto, es el aspecto más relevante de la vida, marcan el destino de lo que somos, pero sobre todo de en lo que nos convertiremos. Yo personalmente, estoy cómoda posicionándome y no confío en aquél que en todos los bandos quiere estar, suele ser una especie sigilosa…

Dicho lo cual, no con todo lo anteriormente expuesto pretendo juzgar o decretar sobre que los valores que definen a un ser humano pasen exclusivamente por su capacidad de decidir, pero pesa ¡y mucho! Como Traders profesionales, conocemos al milímetro el peso del riesgo de cada decisión, puesto que esta profesión exige la excelencia de por vida si quieres sobrevivir. Cada día es una apuesta para profesionalizarnos aún más si cabe; triunfar o morir. Pero cuando la paupérrima realidad económica y social de este país se interpone en nuestro camino, debes dormir con los dos ojos abiertos, puesto que si bien es cierto que en nuestro mercado cotizan compañías excelentes, están muy infravaloradas ni más ni menos que por el dichoso riesgo país, el cual créanme se sobrepone a cualquier circunstancia. Y ahí es cuando las decisiones de otros, inciden sobre nosotros en primera persona.

Diversos somos los economistas, que como es mi caso, hemos criticado duramente la llegada al poder de Pedro Sánchez y su ejecutivo, pero lo cierto queridos es que la realidad ha superado con creces la ficción, así como la pericia meritocrática que está teniendo Sánchez en hacer bueno a Zapatero, ¡y mira que parecía un reto insuperable! Y como es de Ley; ¡zapatero a sus zapatos! 

Qué dentera me provoca analizar la política centro liberal alemana, en la que tras reducir el impuesto indirecto del IVA sobre la hostelería del 19% al 16% en 2020, lo han vuelto a hacer en este 2021 al 7% para los próximos dos años. ¿Tan sumamente difícil les parece entender que en economía política menos es más? 

Más tecnócratas

Menos políticos y más tecnócratas en la toma de decisiones es lo que a este país le hace mucha falta, pero como para meternos en politiqueo andamos… Pero fíjense, si estamos de acuerdo en que la iniciativa privada y su interés en que cada cual salve sus muebles sea más lícito y efectivo que destinar una ingente cantidad de nuestros recursos para que los chupópteros de siempre administren como puedan, porque pedir más es complicado por parte de esta administración, nos entenderemos. Por lo tanto, ¿alguien me explica a qué se debe nuestra subida de impuestos? Este gobierno mediocre tiene una arrogante capacidad de creer estar muy por encima del bien y del mal, haciendo de la oportunidad con base en los fondos públicos europeos una escabechina nacional que deja el ‘Plan E’ de Rodríguez Zapatero en un juego de niños. Y es que no debemos obviar que España finalmente recibirá un total de 79.796 millones de euros en subvenciones a fondo perdido, una cifra que supera en 10.359 millones la cifra inicial ¡voilà! Y no es que tal resultado se lo debamos de agradecer a la maravillosa capacidad negociadora del Gobierno de Sánchez, es al tremendo desplome de nuestra economía española en el pasado 2020. Esto, sin ápice de duda, es lo que ha provocado que una vez más Europa trate de darnos un triste empujón añadido. He de confesar que como contribuyente española que aún soy, me avergüenzo de que este gran país tenga actualmente un Gobierno que en vez de administrar diligentemente sus recursos se arrastre pidiendo caridad. Pero llegados a este punto; ¡caridad o default! Fin.

Es tal la brutal magnitud del desastre económico al que nos han sumido en España, que se han fumado, sí sí fumado, la friolera de 40.800 millones de euros solamente en prestaciones como los ERTE entre otras, y 62.000 millones para el total contemplando las Comunidades Autonómas, en el denominado ‘escudo social’ por el Ejecutivo de Sánchez, ¿qué tal? Como dijo el actual presidente Sánchez, hay que pedir los máximos recursos posibles de Europa, haciendo uso de aquello tan nuestro de “el que no llora no mama”, atónita sigo.

¿Es así como este señor pretende vender el valor de España a la opinión pública? Cualquiera con dos dedos de frente es muy consciente de que si queremos sentarnos en la mesa de los mayores, hay que pasar de ser el problema a ser por lo menos una de las soluciones. Si Pedro Sánchez y su Ejecutivo tuvieran el mismo o parecido deseo de obtener poder que capacidad de solucionar los problemas… otro gallo nos cantaría. Y por aquí dentro, si algo indiscutiblemente bueno ha decidido Sánchez ha sido dar un paso al lado, y dejar que se coman este pollo las regiones, para así jugar a la política del mínimo desgaste. El postureo mediático infumable que tuvimos que tragarnos durante el primer confinamiento, dista mucho de lo que vemos hoy ¡para variar! Sánchez trató de erigirse como el salvador de España, y lejos de ello hemos descubierto su gran virtud entre tanta decepción: sobrevivir.

La clase de persona en la que los presos se transformaban era el resultado de una decisión interna y no de la influencia que los campos de concentración tenían en ellos, así nos ilustraba Frankl, ya que no somos nunca producto de nuestras circunstancias, pero sí lo somos de las decisiones de un gobierno que ha gestionado de manera sumamente irresponsable y populista los recursos que Europa ha brindado a todos los españoles para tapar a corto plazo las miserias económicas a las que han llevado a este hermoso país. La nula gestión sobre la pandemia del covid acabará siendo desenmascarada por unos números que no sólo no se entienden, sino que ni se aguantan a pesar de haber tirado a la basura prácticamente el total de las ayudas a fondo perdido de Europa. Es propio de aquellos con mentes estrechas, embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza, al fin y al cabo los pájaros nacidos en jaula creen que volar es una enfermedad.

Gisela Turazzini, Founder CEO, Blackbird Bank

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