Ocho altos cargos abandonan a Escrivá en dos años: «Es insoportable trabajar con él, va por libre»
El goteo de altos cargos que por una razón u otra abandonan el Ministerio de Seguridad Social, dirigido por José Luis Escrivá, es incesante. En dos años, ha salido ocho de ellos, entre secretarios de Estado y directores generales, y una de las razones de mayor peso en esta cascada de ceses y deserciones es que el ministro «es insoportable», según confiesan a este diario fuentes conocedoras de la situación.
Las críticas al ministro son variopintas. Algunos que han trabajado estrechamente con él le acusan de que «va a su bola» y «no consulta a nadie». En síntesis, concluyen que Escrivá «no tiene perfil político». El resultado del descontento de sus colaboradores y de su gestión al frente del ministerio es una gran inestabilidad, reflejada en estos movimientos, hasta el punto de que en apenas 24 horas han dimitido dos secretarios de Estado, el de Seguridad Social, Israel Arroyo, sobre el que ya corrían rumores sobre su marcha inminente, y el de Migraciones, Jesús Perea, que apenas llevaba 14 meses en el cargo.
Justo en esa Secretaría de Estado ya han sido responsables tres personas bajo la tutela de Escrivá. Antes de Perea estuvo Hana Jalloul, que dejó el puesto para ir de número dos en la candidatura del PSOE a las elecciones a la Comunidad de Madrid del 4 de mayo. Ahora será Isabel Castro, actual directora general de Coordinación, Relaciones con el Parlamento, Derechos y Diversidad en el Gobierno balear, quien asuma el cargo.
Asimismo, desde 2020, han sido seis personas quienes han ocupado la Dirección General de Programas de Protección Internacional y Atención Humanitaria: Estrella Rodríguez Pardo, Santiago Antonio Yerga Cobos, Francisco Miguel Dorado Nogueras, María Teresa Pacheco Mateo-Sagasta, Elena Biurrun Sainz de Rozas, y Miriam Benterrak Ayensa.
La duración de algunos de ellos en esas posiciones fue casi testimonial. En el caso de Yerga, fueron solo dos meses los que permaneció desempeñando esa función. Dorado apenas pasó nueve meses, mientras que Biurrun estuvo 77 días.
Los últimos cambios en el ministerio de Escrivá llegan en un momento delicado. La dimisión de Arroyo se produce en la recta final de la negociación para la reforma del Régimen de Autónomos. Sin embargo, el ministerio aún no ha logrado un acuerdo y esta salida podría complicar las negociaciones. Por su parte, Jesús Perea abandona su cargo de secretario de Estado de Migraciones en medio de la gestión de la crisis de refugiados por la guerra desatada en Ucrania tras la invasión rusa.
El Partido Popular ha exigido la dimisión del propio Escrivá ante las nuevas renuncias de sus altos cargos, ya que considera que el «problema» es él mismo y no su equipo.