El coronavirus frena el cambio de sede de Oracle al antiguo edificio de BBVA en Madrid

El desembarco de Oracle en la capital madrileña tendrá que esperar. La multinacional estadounidense tenía previsto trasladar su cuartel general desde el Parque Empresarial de Las Rozas -donde lleva 15 años- a la antigua sede del BBVA en el edificio Castellana 81 a principios de septiembre, pero la fecha está ahora en duda debido a la crisis sanitaria. Desde que se declaró el estado de alarma el pasado 14 de marzo, los 760 trabajadores de Oracle de la sede de Madrid trabajan en remoto y, por el momento, ni siquiera tiene fecha para reincorporase presencialmente a la oficina.

La multinacional estadounidense confirma a este periódico que todavía no ha fijado un calendario de desescalada, aunque sí que adelanta que la vuelta a la oficina se hará de forma paulatina. La firma también explica que ha activado un protocolo para garantizar la salud de los empleados durante el confinamiento. Eso significa que han podido recoger -con cita previa- sus ordenadores o sillas de trabajo de la sede de Las Rozas. No hay fecha clara para volver a la oficina y tampoco para la esperada mudanza al corazón financiero de Madrid, un asunto que Oracle no ha querido valorar.

La nueva oficina ubicada en Castellana 81 estará en régimen de alquiler, al igual que la sede de Las Rozas, se distribuirá en cuatro plantas y contará con cerca de un centenar de puestos de trabajo menos que la actual sede. Oracle tiene siete centros de trabajo en España ubicados en Madrid, Málaga, Barcelona, Sevilla, Valencia, Bilbao y La Coruña en los que emplea entre 1.600 y 1.700 personas.

Castellana 81

El icónico rascacielos de Castellana 81 pertenece a la socimi GMP, un los los grupos inmobiliarios patrimonialistas más grandes del país, desde junio de 2007 cuando se lo compró, junto a otros tres inmuebles al BBVA a cambio del Parque Empresarial Foresta, ubicado en Las Tablas (Madrid), donde la entidad levantaría posteriormente su nuevo centro corporativo.

Castellana 81 fue la sede operativa principal del BBVA durante casi cuatro décadas. El banco presidido actualmente por Carlos Torres abandonó definitivamente las cinco plantas que ocupaba en el edificio -conocido popularmente como ‘Torre BBVA’- a finales de 2017 para trasladarse junto con la mayoría de empleados al complejo La Vela del barrio de Las Tablas.

Castellana 81 está ubicado en el centro financiero de Azca y cuenta con 107 metros de altura que se distribuyen en 28 plantas dedicadas todas ellas a espacio de oficinas, de las cuales cinco son de doble altura y diáfanas. Entre sus inquilinos destaca la consultora inmobiliaria Savills Aguirre Newman, la empresa de ingeniería Elecnor, el grupo de electrodomésticos Teka o Hays, la consultoría de recursos humanos. Además, la cadena de restauración Faborit abrió en 2018 uno de sus establecimientos más emblemáticos de la ciudad.

En la actualidad, GPM dispone de 22 inmuebles tanto mono como multi-inquilinos, con una superficie total de 452.000 metros cuadrados. La cartera de GMP supera los 170 clientes, la mayoría de ellos empresas multinacionales.

Otro edificio emblemático en el centro de negocios de Madrid es Torre Europa, ubicado en el Paseo de la Castellana 95 y propiedad del grupo inmobiliario AGIB (Infirnosa). Cuenta con 30 plantas y mide 120 metros, lo que le convierte en uno de los edificios más altos de la capital. Entre sus inquilinos destaca la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Atlantic Copper, Swiss Re y AOL, entre otros.

Los resultados de Oracle

Oracle también está pagando en sus cuentas el impacto del coronavirus. En los resultados del cuarto trimestre de su año fiscal 2020 presentados esta misma semana ha confirmado un descenso de los ingresos del 6% interanual, hasta los 10.400 millones de dólares. En el conjunto del año fiscal, los ingresos han llegado a los 39.100 millones de dólares, menos de lo esperado por el consenso de analistas. La mayor parte de los ingresos, 27.400 millones, pertenecen al negocio de la nube y al soporte de licencias, que se incrementaron un 1%.

En cuanto a los beneficios, Oracle ha cerrado el cuarto trimestre con unas ganancias de 3.800 millones de dólares, una cifra que se eleva a los 12.700 millones en todo el año fiscal.

La CEO de Oracle, Safra Castz reconocía en la presentación de los resultados que la pandemia había afectado al negocio. «Nuestro negocio en general funcionó notablemente bien teniendo en cuenta la pandemia, pero nuestros resultados habrían sido aún mejores, dado que nuestros clientes en las industrias más afectadas, tales como el retail o el transporte retrasaron algunas de sus compras previstas. Aun así, por tercer año consecutivo, obtuvimos un crecimiento en las utilidades por acción en moneda constante de dos dígitos en el año fiscal 2020″, explicaba Castz.