Cordorníu aumenta su beneficio un 61% hasta diciembre en medio de la tormenta independendentista

Codorníu
Una de las barricas de Codorníu (Foto: Facebook)
María Villardón

El grupo Codorníu Raventós cierra el primer semestre del curso 2017/18 (agosto-diciembre 2017) con un beneficio de 11 millones de euros, lo que supone un 61% de incremento respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. La compañía catalana ha tenido que sortear un semestre intenso con la crisis independentista, el boicot a los productos procedentes de la región de Cataluña y el traslado de su sede social a La Rioja.

Desde la empresa confirman que, en línea con el plan estratégico de «enfocar el negocio hacia el prestigio, los vinos y cavas de gama alta, éstos ya representan el 55% de la facturación global de Cordoniú». Un porcentaje que, a tenor de sus palabras, esperan elevar hasta el 62% en este año fiscal 2017/2018.

Según Javier Pagés, CEO de la compañía “estamos en el camino correcto. En tres años hemos crecido 20 millones de euros con las gamas Premium/Prestige como Viña Pomal, Anna de Codorníu, Legaris y Raimat” y añade que “el cambio de estrategia ya iniciada en el año 2015, fundamentada en una mejora de los márgenes por precio, mix y eficiencias está suponiendo un aumento por botella superior al doble dígito”.

En el segmento de cava, que representa el 50% de la cifra de negocio del grupo, la compañía creció un 3% en el mercado nacional, por encima de la categoría que creció un 2,3% (datos IRI 2017). Cabe destacar la buena marcha de Anna de Codorníu, con un crecimiento del 5%, a un precio de venta dos veces por encima del promedio del mercado.

El negocio de vinos tranquilos, que representa ya el 50% del grupo, creció un 7% en el mercado español. «Crecimiento que se viene dando de forma sostenida por octavo año consecutivo, habiendo ya doblado la facturación desde 2009», añaden.

47% de las ventas vienen del exterior

El área internacional representa el 47% de las ventas con crecimientos muy notables de las gamas altas tanto en cava como en vino, en línea con la estrategia. Desde justo antes de la crisis económica el grupo ha crecido en 30,5 millones de euros.

«Cabe destacar los crecimientos de Bodegas Bilbaínas (Rioja), que ha doblado su facturación, así como los de Legaris (Ribera del Duero) y de los de Septima (Mendoza – Argentina) que la han cuadriplicado. Anna de Codorníu también ha conseguido grandes crecimientos sextuplicando sus ventas en el exterior», según ha informado la compañía centenaria.

Traslado de sede social a La Rioja

Codorníu decidió trasladar su sede social de Cataluña a La Rioja ante el complicado escenario que está viviendo la región tras la consulta ilegal del 1 de octubre. La sociedad de los Raventós se unía de esta manera al masivo éxodo de sociedades que salen de la comunidad ante la inseguridad jurídica generada por el independentismo.

El consejo de administración de Unideco, empresa ‘holding’ del grupo Codorníu Raventós, acordó el traslado a tierras riojanas y dar la espalda al independentismo catalán. Según informó la compañía en un comunicado, esta decisión se ha tomado “ante la situación de incertidumbre política y jurídica en la que se encuentra sumida Cataluña y con el objetivo de garantizar los intereses de sus trabajadores y clientes”.

La sociedad bodeguera milenaria aclaró que se mantiene la estructura operativa de producción de todas sus bodegas, así como el total de sus empleados en sus actuales centros de trabajo.

 

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