Claves para que la presencia en Internet sea un éxito y no un error
La inversión en Internet es uno de los aspectos que determinarán, en gran medida, el futuro y posicionamiento de una empresa. Se trata, por lo tanto, de un punto de gran trascendencia y que puede conllevar importantes pérdidas de oportunidades si no se realiza de forma correcta.
¿Cómo evitar los errores más habituales?
Cuando una empresa dedica una parte de su presupuesto a invertir en Internet, los aspectos con los cuales debe de ir con cuidado son los siguientes:
· Empresa o profesional que se escoge para la inversión. Hay muchas personas y compañías que se anuncian como expertas en marketing de internet o posicionamiento web. Ahora bien, como en toda profesión, no todos disponen de las habilidades necesarias para desarrollar correctamente su trabajo. Del mismo modo, hay que escoger a profesionales que tengan experiencia en el mismo sector que se trabaja. No es lo mismo posicionar, por ejemplo, una empresa hotelera que una de venta de materiales para la construcción.
· Segmentar de forma muy concretamente el mercado objetivo. No hay que querer abarcar a cuanta más gente, mejor. Hay que dejar muy claro al equipo que se encargará del posicionamiento en Internet las características de nuestro público objetivo en todos los términos posibles: sexo, edad, preferencias de ocio, ubicación, gustos, rutinas, hábitos… Solamente así se centrará la inversión en el segmento concreto a atraer.
· Tener en cuenta que es una inversión que hay que realizar de forma continua. La inversión en la red no consiste en realizar una aportación al principio para constituir una página web, redes sociales y un posicionamiento puntual. Hay que mantener la presencia en Internet de forma diaria y constante, de forma que continuamente el público objetivo pueda estar informado de las novedades de la compañía y tenga el acceso más fácil posible a todo aquello que suceda.
· No considerarla una inversión secundaria. Hay que entender la inversión en Internet como clave para la empresa, no una simple obligación para cubrir el expediente y mostrar una presencia en la red. Por lo tanto, hay que dedicarle el presupuesto y el trabajo suficiente como para que tenga éxito.
· Marcar de forma muy clara el objetivo de posicionamiento. En cada compañía en Internet, la empresa puede tener un objetivo distinto: reforzar la imagen de marca, promocionar un determinado producto, captar a nuevos clientes, transmitir una imagen o valores, potenciar la venta de una línea o gama de productos determinada… según el objetivo, las técnicas y características de la campaña serán muy distintas.
· Determinar los elementos que diferenciarán la empresa de la competencia. En un espacio en el cual hay tantos impactos en pocos momentos o hasta a la vez, conseguir que el cliente se acuerde de nosotros es una tarea compleja. Por lo tanto, hay que determinar cuál será aquel elemento diferenciador que lo permitirá.
· Buscar más la calidad que la cantidad. El acierto en una estrategia de Internet no se mide, por ejemplo, por el número de seguidores en las redes sociales. Puede que haya mucha gente que se haya apuntado a partir de una promoción pero, en cambio, no interaccionan, ni siguen ni comentan nadan de lo que publica la compañía.
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