Los cerveceros artesanos sortean la escasez del lúpulo con compras por adelantado
Los precios del lúpulo que los distribuidores comunican a las fábricas artesanas de cerveza suben cada mes desde el pasado septiembre, al tiempo que van aumentando las variedades de esta planta que no están disponibles en el mercado. Buena parte de los productores comerciales no industriales de esta bebida están sorteando la crisis de su materia prima gracias a haber comprado por adelantado.
Los responsables de la fábrica sevillana Cervezas Libre han explicado a OKDIARIO que en su caso el gran problema no es la subida de precio sino que se comienzan a registrar problemas con el suministro de la planta. Han añadido que en su caso no tienen previsto recortar producción ni subir el precio de sus bebidas debido a que preveían lo que iba a ocurrir y compraron por adelantado.
Desde Cervezas Enigma, de la ciudad madrileña de Alcalá de Henares, explican que “cada microcervecería afronta el problema de manera diferente”. En su caso, y previendo los efectos de la sequía del año pasado en Alemania, República Checa y otros puntos de Europa Central, contrataron con su proveedor compras por adelantado, antes de la cosecha de septiembre de 2015.
Otros pequeños fabricantes, según ha podido saber OKDIARIO de fuentes del sector, no han sido tan previsores, o no han podido serlo. No descartan subir el precio de sus bebidas para hacer frente a la creciente alza del coste de las variedades que van quedando disponibles en el mercado.
El problema de una producción baja no sólo afecta a quienes elaboran sus cervezas con plantas centroeuropeas, de variedades más arenosas, o británico. También repercute sobre quienes trabajan con lúpulo procedente de Estados Unidos o Nueva Zelanda, más aromático.
En estos casos, como ha explicado Santiago Rodríguez Barrera, de la empresa sevillana de distribución para fabricantes caseros Fabricar Cerveza, el problema radica en que durante los últimos años bajó la producción a causa de la caía de la demanda por la crisis económica. Hace años se produjo un boom de la cerveza casera y artesana, al calor de la cual aumentó la cantidad de terreno dedicado al cultivo de lúpulo en Estados Unidos. Cuando los agricultores vieron que sus ventas disminuían se pasaron al cultivo de otras plantas.
Ante el nuevo repunte han retomado esta actividad, pero el lúpulo no llega a estar en condiciones óptimas para su comercialización hasta la tercera cosecha, por lo que todavía se trata de una oferta no disponible.
Según las fuentes del mercado, la escasez lúpulo procedente de una zona productora hace que la demanda se dirija a otra, de forma que al final también se agota el producto procedente de esa área.
El problema no es mayor, según explica Rodríguez Barrera, gracias a que muchos distribuidores, tanto para productores domésticos como para pequeñas fábricas, todavía disponen de reservas de la cosecha de 2014, cuando no hubo la escasez de la siguiente temporada.
Quienes mejor están sorteando la crisis de oferta de lúpulo son quienes contratan directamente con los agricultores sin acudir a intermediarios. Hacen compras por adelantado, reservándose parte de la cosecha, de manera que si la producción es baja ellos no se van a ver afectados. Es la estrategia que siguen las grandes fábricas de cerveza tradicionales. Fuentes del sector han declinado valorar la situación cuando se les ha solicitado desde este periódico.
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