Cambio muy importante en el precio de la bombona de butano: así lo vas a notar

Ya se confirman todas las sospechas relacionadas con el precio de la bombona de butano en nuestro país, ya que ha producido un aumento del 5%, alcanzando los 15,89 euros. Este incremento marca el segundo repunte consecutivo después de seis bimestres de descensos, según informaron fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica.

Por qué sube el precio de la bombona de butano

La modificación en el precio, detallada en la última revisión publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el lunes, se justifica principalmente por el aumento en los costos de los fletes en un 4% y la elevada cotización de las materias primas, a pesar de que su precio haya experimentado una disminución del 3,1%. Además, se destaca la apreciación del euro frente al dólar en un 2,2% durante los últimos dos meses.

Es relevante señalar que la revisión de precios, tanto al alza como a la baja, se encuentra limitada al 5%, acumulándose cualquier exceso o defecto para su aplicación en futuras revisiones. Este ajuste bimestral se calcula en función del costo de la materia prima (propano y butano) en los mercados internacionales, así como de los costos de flete y la evolución del tipo de cambio eurodólar.

Aunque se confirman las sospechas sobre el aumento, es crucial destacar que el precio máximo de venta de los gases licuados del petróleo envasados (GLP) en envases de entre 8 y 20 kg, como la tradicional bombona de butano, no está liberalizado. Su valor se revisa bimestralmente el tercer martes de cada mes, según lo establecido por Resolución de la Dirección General de Política Energética y Minas.

El Real Decreto Ley 11-2022, de 25 de junio, ha limitado el precio máximo de la bombona de butano entre 8 y 20 kg a 19,55 euros, y esta medida se extendió hasta el 30 de junio del próximo año 2024, según una prórroga realizada el pasado mes de diciembre. Cabe resaltar que este precio máximo se alcanzó por última vez en la revisión del 19 de septiembre de 2022.

El gas licuado de petróleo envasado, mayormente compuesto por butano, es una alternativa al gas natural, especialmente en entornos sin acceso a la red de gas natural. Este combustible, contenido en envases a presión, desempeña un papel crucial en diversas comunidades y áreas urbanas que carecen de conexión a la infraestructura de gas tradicional.

Tendencia que preocupa

A pesar de su relevancia, el Ministerio destaca una tendencia preocupante: el GLP envasado está experimentando un declive significativo en su demanda. Los datos revelan que, anualmente, se consumen aproximadamente 64,5 millones de envases de GLP de diversas capacidades. Sin embargo, se observa una marcada disminución del 25% en el consumo total de GLP envasado desde el año 2010 hasta el 2021.

Este fenómeno puede atribuirse a varios factores. Por un lado, la creciente conciencia sobre la sostenibilidad y el medio ambiente ha impulsado la adopción de fuentes de energía más limpias y renovables. El avance de tecnologías más ecológicas y la promoción de energías alternativas han contribuido a esta transformación en las preferencias energéticas.

Además, la expansión de la red de gas natural en diversas áreas ha disminuido la dependencia de soluciones como el GLP envasado. La accesibilidad y la conveniencia asociadas con el gas natural, así como sus potenciales ventajas medioambientales, han desplazado gradualmente al GLP en algunos sectores.

Es crucial que las autoridades y la industria energética consideren estas tendencias y busquen estrategias para impulsar la competitividad y la sostenibilidad del GLP envasado. Esto podría incluir campañas de concienciación, incentivos para su uso en áreas no conectadas a la red de gas natural, y el desarrollo de tecnologías más eficientes y amigables con el medio ambiente que podrían revitalizar la posición del GLP en el panorama energético actual.

El aumento del 5% en el precio de la bombona de butano en España marca una tendencia preocupante para los consumidores, especialmente aquellos que dependen de este combustible en comunidades y áreas urbanas sin acceso a la red de gas natural.

La situación refleja la compleja relación entre los costos de flete, la cotización de materias primas y la apreciación del euro frente al dólar, factores que influyen en las fluctuaciones bimestrales de los precios. A pesar de las limitaciones impuestas por el gobierno para evitar aumentos excesivos, la realidad es que el consumidor se enfrenta a un escenario de precios en constante cambio que afecta directamente a su presupuesto y calidad de vida.

La revisión periódica de los precios, aunque limitada al 5%, genera incertidumbre y preocupación entre los consumidores, especialmente en un contexto económico donde se buscan estrategias para mitigar el impacto de la inflación y los costos de vida. La dependencia histórica del gas licuado de petróleo envasado, principalmente compuesto por butano, ha sido una constante en comunidades sin acceso a alternativas más sostenibles. Sin embargo, la tendencia a la baja en el consumo de GLP envasado refleja un cambio en las preferencias energéticas, impulsado por la conciencia ambiental y la disponibilidad de opciones más ecológicas.