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La caída del gestor estrella de Inglaterra no afectará a las gestoras de autor españolas

Las gestoras independientes españolas invierten en activos líquidos, no hay mucho volumen de dinero bajo gestión y ningún cliente acumula concentraciones superiores al 5%

La caída del gestor estrella de Inglaterra no afectará a las gestoras de autor españolas
Neil Woodford

La gestión ‘value’ en fondos de autor no se verá afectada por la caída de Neil Woodford, uno de los «inversores estrella» del Reino Unido, que esta semana anunció la congelación de su más célebre fondo, porque los «riesgos que corría Woodford están desactivados en España», aseguran las fuentes del sector.

Las gestoras independientes españolas invierten en activos líquidos, no hay mucho volumen de dinero bajo gestión y ningún cliente acumula concentraciones superiores al 5% de las carteras de los fondos, explican las fuentes del mercado financiero consultados por Europa Press.

El «golpe reputacional» tras suspender provisionalmente la retirada de fondos de los suscriptores en Woodford Investment Management ha puesto de relieve el peligro de la gestión «hiperactiva» guiada por un «gestor estrella», en un momento en que la gestión pasiva es tendencia.

A pesar de ello, expertos financieros aclaran la singularidad de la compañía de Neil Woodford, que llegó a gestionar 16.000 millones de libras (unos 18.000 millones de euros) en su mejor momento, una suma cercana al patrimonio total gestionado por las gestoras independientes en España.

Volumen difícil de gestionar

De hecho, el masivo tamaño del fondo gestionado por el «Oráculo de Oxford» es uno de los ejes en los que ha pivotado el fondo con este desenlace, apuntan las fuentes, que señalan que «no es responsable» gestionar tanto dinero, por las situaciones de riesgo en las que se incurren, a pesar de poder ganar más.

En este sentido, la mayoría de las gestoras españolas de autor tienen «límites autoimpuestos» de volumen para lograr cierta estabilidad, después del cual los fondos no admiten más inversores. «Crecer masivamente es una desventaja, llega un momento en que no puedes controlar», señalan fuentes del mercado.

En cualquier caso, la realidad de las gestoras independientes españolas está muy alejada del mercado de Reino Unido, que tiene más actores y está mucho más atomizado. Entre los fondos de inversión en España, las pequeñas gestoras siguen siendo un «grano de arena» frente a los grandes bancos, que lideran los rankings de comercialización.

De esta forma, según los últimos datos de la patronal Inverco, las tres mayores entidades por gestión de activos, Caixabank, BBVA y Santander, suman el 33%. No es hasta la posición 26 cuando aparece la primera gestora de autor en el ranking, con Bestinver, la gestora que dirige Beltrán de la Lastra, que a fin de marzo tenía 5.603 millones bajo gestión.

Bastante más alejadas se encuentran gestoras ‘value’ como Magallanes, capitaneada por Iván Martín; Cobas, liderada por Francisco García Paramés, y Azvalor, todas con activos bajo gestión por debajo de los 2.000 millones de euros, según los últimos datos de Inverco.

La iliquidez

«Woodford no ha sido responsable», critican desde el sector, donde coinciden en que esta suspensión se produce por una combinación de muchos factores. Al elevado volumen hay que se sumar la concentración de la inversión, la iliquidez y unos pocos clientes con mucho peso para llegar a este desenlace para preservar la liquidez ante el éxodo de inversores.

El riesgo de iliquidez es la segunda de las diferencias que subrayan los expertos en este caso respecto al mercado español. El fondo de Woodford apostó por algunos activos no cotizados, lo que se conoce como ‘compañías privadas’, con pequeños y medianos valores ligados al mercado local británico, lo que desencadenó la imposibilidad para hacer frente a la salida de los inversores.

«En España ningún fondo de autor tiene inversión en empresas no cotizadas», aseguran fuentes conocedoras. «Al tratarse de valores extremadamente líquidos, el tiempo que se tardaría en deshacer la cartera sería muy corto», explican a Europa Press.

De hecho, la mayoría de las gestoras trabajan con fondos UCITS (Undertakings for the Collective Investment of Transferable Securities) que cumplen la normativa europea para operar de forma transfronteriza. Este «pasaporte europeo» conlleva ciertos requerimientos de diversificación y liquidez y es una medida de protección para los clientes y los operadores.

Concentración de clientes

Otro de los puntos que ha jugado en contra del ‘Warren Buffet británico’ ha sido una desconexión entre sus intenciones y las de sus clientes, en un contexto de inversores institucionales que concentraban un gran peso en sus carteras. De hecho, unos diez clientes controlaban alrededor del 50% del total.

Por ello, en la gestión de autor es tan importante que clientes y gestores compartan la misma filosofía de inversión, explican los expertos. En el caso de Woodford, que fundó su propia firma en 2013 procedente del gigante Invesco, no ha habido una alineación con los inversores, como la que mantienen este tipo de entidades en España, donde la mayoría de los clientes son particulares.

De hecho, las fuentes del mercado hacen hincapié en la importancia de establecer una relación de confianza con los inversores, para ayudarles a aprovechar las oportunidades reales. Este asesoramiento es fundamental porque en el sector de la gestión de activos, tradicionalmente los clientes «nunca tienen la razón: compran cuando está muy caro y venden cuando está bajando».

Protección a clientes

A pesar de la polémica suscitada por la suspensión de la retirada de fondos en Woodford, las fuentes del sector aseguran que esta iniciativa, tras el éxodo de inversores ha sido «valiente» y «muy responsable». «Es lo mejor para el inversor, pero es cierto que Woodford de esta forma se ha inmolado», reconoce una de las fuentes.

Tras esta medida, Woodford va a poder liquidar «tranquilamente» y sin afectar al precio de la venta de sus activos, por lo que es una forma de proteger a los inversores, aseguran desde el sector, donde pronostican que el británico prácticamente ha puesto fin a su carrera profesional con este último gesto a los inversores.

En España, los folletos de los fondos dan la posibilidad de que si hay un reembolso superior al 10% se pueden pedir un «decalaje», para liquidar paulatinamente la cartera y no afectar al precio. No obstante, con los niveles de liquidez se trataría de una medida bastante excepcional, señalan los expertos.

En la memoria de los inversores españoles, la suspensión de los reembolsos queda lejana y vinculada a los fondos de inversión inmobiliaria tras las dificultades a finales de 2008, con el estallido de la crisis inmobiliaria. En concreto, la CNMV autorizó la suspensión de los reembolsos de Santander Banif Inmobiliario y Segurfondo Inversión, y el aplazamiento de los de BBVA Propiedad en 2010, por la evolución desfavorable del mercado inmobiliario que causó problemas en algunas entidades a la hora de atender a los reembolsos.

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