Super Mario saca el bazooka: El BCE anuncia más estímulos

Dinero BCE

El Banco Central Europeo (BCE), lejos de retirar el salvavidas con el que mantiene a flote a los endeudados gobiernos comunitarios, ha decidido aumentar la barra libre financiera para mantener de forma artificial el mercado de deuda pública.

Tal como adelantó Okdiario, las autoridades monetarias quieren evitar que el impacto de la crisis asiática y la inestabilidad griega se traduzca en una nueva restricción de liquidez, lo que supondría un terremoto para economías que, como España, dependen excesivamente de las emisiones de deuda pública.

Según ha anunciado el presidente del BCE, Mario Dragui, el organismo ha elevado el porcentaje máximo que puede adquirir de cada emisión de bonos de países (deuda), pasando del actual 25% al 33%.

Además, la institución ampliará si es necesario el plan actual de flexibilización cuantitativa (Quantitative Easing) -que se basa en la compra de activos (fundamentalmente bonos)- más allá de septiembre de 2016 y se compromete a ajustar sus compras mensuales al máximo de 60.000 millones de euros. La Bolsa española ha celebrado la llegada de este doping financiero.

La excusa oficial para seguir inundando el mercado de dinero-deuda es combatir la deflación, especialmente de las materias primas como el petróleo cuyo precio ha caído cerca del 50% en el último año. Aunque en la mente de todos está el complicado mes de agosto que han experimentado los mercados.

«Lo que ha ocurrido en las últimas semanas se explica por un empeoramiento de las economías emergentes y un endurecimiento de las condiciones financieras en el mercado», ha señalado Dragui, para concluir que “estamos dispuestos a emplear todos los instrumentos de política monetaria disponibles».

Monetizar deuda

La tesis del BCE es simple y se puede resumir en palabras sencillas: se va a seguir inyectando liquidez a los estados y a las entidades financieras, convirtiendo en moneda lo que no es más que compromisos de pago futuro que tienen como garantía el dinero de los contribuyentes. Lo que no explica Dragui a los ciudadanos es que la deuda de hoy son los impuestos de mañana.

Respecto a los tipos de interés oficiales, se mantienen en el 0,05%, la tasa mínima de toda la Historia, continuando con la línea de expansión monetaria que ha adoptado el BCE en los últimos años siguiendo la estela fijada por la Reserva Federal de EEUU.

La pelota está ahora en el tejado de la presidenta del Banco Central norteamericano, Yanet Yellen, que podría dar un giro a la política monetaria en la próxima reunión del consejo de gobierno de la institución. Aunque todo parece indicar que no se producirá la subida de los tipos de interés en EEUU que el mercado daba por descontada antes del verano.

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