Bankia vuelve a apostar por el ladrillo al concluir su reestructuración tras el rescate público

BANKIA
José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia. (Foto: AFP)

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ya está pensando en el nuevo plan estratégico de la entidad financiera que comenzará en 2018 y que tendrá como una de sus palancas principales la financiación de la actividad de promoción inmobiliaria. El banco concluye este año su plan de reestructuración tras el rescate público que inyectó más de 22.000 millones de euros en su balance y no quiere perderse el buen momento que está experimentando el ladrillo en España.

La clave para que el banco vuelva a apostar por este segmento de negocio es que a finales de 2017 concluye la limitación impuesta por Bruselas y por el Banco Central Europeo (BCE) que no le permite otorgar créditos a los promotores ni realizar otro tipo de actividades. En el mercado no ha sorprendido esta decisión, a pesar de que precisamente fue la elevada exposición a este tipo de actividad la que llevó a la entidad a las puertas de la quiebra, especialmente por la financiación de los solares.

Precisamente para evitar tropezar dos veces con la misma piedra Gorigolzarri ha trasladado a los equipos directivos de Bankia que deben evitar que la entidad se convierta en una inmobiliaria y que el negocio debe limitarse a dar préstamos a los promotores y, una vez concluidas las viviendas, captar clientes con las hipotecas necesarias para adquirirlas. Es decir, que la entidad no invertirá en el ladrillo, sino que financiará la actividad de los profesionales del sector.

Sin embargo, el riesgo es notable, ya que un eventual impago de un importante promotor puede obligar a tener que ejecutar los activos y sucedería lo mismo que pasó cuando estalló la burbuja en 2018: que la entidad veía como entraban en su balance suelos y promociones inmobiliarias con una valoración inferior a la tasación inicial a la que fueron financiados.

El interés de Gorigolzarri por la actividad inmobiliaria ya fue manifestado el pasado marzo durante un encuentro informativo celebrado tras la junta general de accionistas de la entidad financiera. “Es un sector que no hay que demonizar: es muy importante para la economía española […] aunque hay que evitar los excesos del pasado», indicó el presidente de Bankia.

La cuestión clave es, por lo tanto, determinar hasta qué punto la bonanza que está experimentando el sector inmobiliario español puede derivar en otra burbuja que obligue, tras su estallido, a realizar ajustes similares a los vividos en lo que se ha denominado la Gran Depresión de 2008. Fuentes del sector financiero consultadas por este diario advierten que puede estar gestándose, aunque es cierto que, de momento, no se está produciendo una expansión crediticia lo suficientemente relevante para poder hablar de sobrecalentamiento en la actividad de promoción.

Una de las diferencias del papel de la banca en el sector inmobiliario respecto a los años anteriores de la crisis es que ahora las entidades no financian la adquisición de suelo y, además, exige a los promotores un gran nivel de ventas sobre plano antes de darle el crédito para la construcción de los pisos. En la medida en que esto se mantenga se evitarán los “excesos del pasado” a los que hizo referencia Goirigolzarri, aunque en un entorno de subidas de precios la tentación puede ser demasiado grande.

Donde sí se está registrando un importante crecimiento es en la concesión de hipotecas para la adquisición de viviendas de segunda mano que está incrementando los precios a niveles superiores a los dos dígitos en algunas capitales de provincia españolas. La necesidad de vincular clientes por parte de los bancos —derivada de la crisis de rentabilidad como consecuencia de unos tipos de interés en mínimos históricos— ha generado una cierta relajación de los criterios de concesión de los préstamos hipotecarios que es, precisamente, una de las causas del reciente impulso del sector de compraventa de viviendas. Si a ello se suma la fortaleza del mercado laboral tenemos los dos ingredientes fundamentales par la reactivación del ladrillo en España.

Según indica el último informe del sector inmobiliario que elabora BBVA Research, en el primer trimestre de este año se registró un crecimiento de las ventas del 16,2% en términos interanuales por encima de la media de 2016, en buena parte gracias a que los principales determinantes de la demanda “mantienen el tono positivo de los primeros compases del año”.

Otra de las incógnitas es el papel que tendrá Bankia en el sector de las sociedades de inversión inmobiliaria (las socimis), unas empresas por las que han apostado sus competidores en el Ibex. Se trata de compañías especializadas en la promoción residencial y en el mercado de oficinas que están participadas por fondos de inversión y que han sido las responsables de la vuelta de la rentabilidad en el sector. Estas sociedades tienen suelo, liquidez y han aprovechado bien el ajuste de las grandes inmobiliarias para hacerse con una gran cartera de activos.

Lo último en Economía

Últimas noticias