Turismo

Baleares se enfrenta en pleno mes de agosto a los primeros cierres de hoteles por la caída del turismo

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Natalia Mateos
  • Natalia Mateos
  • Periodista y redactora de economía en OKDIARIO. Tras tres años escribiendo sobre turismo y sus empresas, ahora estoy descubriendo el mundo de la distribución y el retail. Antes en el Palacio de la Bolsa y Cadena Cope. De Zamora y del Zamora.

Las Islas Baleares, uno de los principales destinos turísticos de España especialmente durante el verano, está viviendo una temporada atípica como consecuencia del impacto de la pandemia del coronavirus en la demanda de turismo. Ante esta situación, algunas cadenas hoteleras y establecimientos relacionados con el turismo están cerrando sus puertas al no poder hacer frente a los bajos niveles de ocupación que se están registrando este verano.

Esta situación se ha visto propiciada por los vetos que numerosos países han ido imponiendo a sus ciudadanos a la hora de viajar a España. Éstas van desde la cuarentena anunciada por el primer ministro británico, Boris Johnson, a los turistas procedentes de España, hasta la declaración de Alemania de zona de riesgo a las comunidades donde más rebrotes se han detectado en las últimas semanas.

Éste ha sido el caso del hotel Palma de Mallorca Fergus Style Sóller Beach, que ha anunciado esta semana a través de sus redes sociales que «debido a las últimas medidas frente al covid-19 tomadas por el gobierno británico, no tenemos otra opción que cerrar el hotel esta temporada». Por el momento la decisión no es permanente, y se aplicará de cara a la actual temporada de verano y a la espera de cómo evolucionen los datos turísticos ante la evolución de la pandemia.

Otro ejemplo de esta situación es el hotel menorquín Aguamarina, que cerró sus puertas el pasado sábado a causa de la baja ocupación y de las dificultades económicas que supone mantener la actividad en una temporada turística marcada por el impacto económico del coronavirus.

El subdirector del hotel, Fernando Estrade, lamentó que «es el año que más hemos trabajado, especialmente para implantar los protocolos de seguridad y evitar contagios por coronavirus. Mucho esfuerzo para una ocupación que se ha situado por debajo del 15%. No hemos podido sacarle el rendimiento económico óptimo a pesar de la implicación de todos».

Hostelería

A pesar de la dura situación a la que se enfrentan numerosas cadenas hoteleras, éstos no son los únicos establecimientos del sector que se han visto afectados por el impacto del covid-19. Y es que numerosos restaurantes, bares y discotecas de las principales islas de Baleares también han tenido que decir adiós a la temporada de verano de este 2020, al no tener una demanda suficiente para mantener sus locales abiertos de una forma rentable.

Además, hay que tener en cuenta que el Govern ya ordenó el cierre de tres calles, y sus locales, de los municipios de Palma y Calvià, en Mallorca, consideradas el epicentro del turismo de borrachera y excesos, por el riesgo que presentaban en cuanto a la propagación del virus. Al cierre de estas calles se sumó la orden de cerrar el interior de los bares en toda la Platja de Palma y Magaluf, en Mallorca, y el West End, en Eivissa, medida que afectó a miles de negocios y empresarios.

Y es que la situación pone contra las cuerdas al sector hotelero, cuyas previsiones para este verano ya eran limitadas, y que teme que la situación con los rebrotes se agrave durante las próximas semanas como consecuencia de las concentraciones de turistas. La Costa del Sol espera una tasa de ocupación de estos establecimientos durante el mes de julio de un 36,33% de media y de un 42,71% en agosto.

La Asociación de Restauración CAEB augura un cierre de manera permanente del 3o% de los bares, cafeterías y restaurantes de Palma de Mallorca por la crisis del coronavirus, una situación que consideran «preocupante».

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