La ayuda del petróleo al PIB se agota y pone en juego 2.000 millones de crecimiento este año
El petróleo ha subido casi 14 dólares desde que arrancó el año y amenaza con llegar a los 75 dólares en el corto plazo. Esa subida tendrá un impacto negativo en el PIB español que algunos expertos cifran en más de 2.000 millones de euros.
La caída que experimentó el precio del petróleo en el último trimestre de 2018 evitó un frenazo mayor del crecimiento del PIB, que pese a todo dio muestras de debilidad en el último trimestre de 2018, según confirmó el pasado viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE), cuando rebajó en una décima la tasa de crecimiento intertrimestral de la economía española hasta el 0,6%. Sin embargo, el encarecimiento que el crudo ha experimentado en los últimos cuatro meses se convierte ahora en una amenaza más para la economía española en un momento vulnerable porque la incertidumbre política y el contexto internacional no van a ayudar a que tire el PIB.
Pese a que el Gobierno insiste en lanzar un mensaje optimista sobre la evolución de la economía española, son cada vez más los elementos que llaman a la cautela. Junto a los indicadores que muestran que el consumo público está disparado y que el riesgo de recesión es cada vez más alto, se suma ahora la amenaza de la factura energética. En este contexto, el dato de IPC de la pasada semana ya puso de manifiesto que la subida del precio de los carburantes puede empezar a pasar factura al consumo de las familias y las empresas.
Según explica a OKDIARIO el economista Javier Santacruz, existe cierto consenso en que «una caída de 10 dólares en el precio del Brent suele llevar aparejado un crecimiento de dos décimas del PIB. Esto se debe al impacto que los precios del petróleo tienen tanto en el consumo interno, como en la balanza comercial, dada la fuerte dependencia energética de España hacia el exterior».
De este modo, de no ser por la caída que experimentó el crudo en el último trimestre, la desaceleración del PIB hubiera sido aún mayor de lo recogido por el INE el pasado viernes. En esa línea, el Banco de España también reconoció en su última actualización de sus proyecciones económicas que la caída del petróleo había dado una «sorpresa positiva» al PIB español en el último trimestre de 2018.
El crudo tocó máximos anuales en los 86,3 dólares el pasado 3 de octubre. Desde entonces y hasta final de año bajó a 53,8 dólares. Esa caída del precio del petróleo se notó en el último trimestre del año y pese a ella, no se pudo evitar que se agudizara la tendencia de desaceleración del PIB.
La relación entre el precio del crudo y el PIB «es fácil de entender porque al bajar el precio de las gasolinas las familias tienen mayor renta disponible para gastar y lo mismo ocurre con las empresas, que reducen sus gastos energéticos y ganan competitividad y capacidad para el gasto», explica a este periódico el Profesor de Economía en el IE Business School, Rafael Pampillón.
Sin embargo, esa baza se agota. Desde enero, el crudo se ha encarecido hasta marcar los 67,6 dólares el barril al cierre de la sesión de los mercados europeos el pasado viernes. Y algunos expertos, como los de Goldman Sachs, pronostican que pronto llegará a los 70 dólares el barril. Otras casas de análisis, como Barclays, esperan ya que el avance llegue a los 75 dólares. En sus proyecciones macro para este año, en las que se establece un crecimiento del 2,2% en 2019, el Banco de España manejaba unos precios de petróleo en 64,9 dólares.
En este contexto, es de esperar que el crudo deje de ser un aliado del crecimiento español para convertirse en una amenaza. En juego están dos décimas de crecimiento anual en función de la subida, esto es algo más de 2.000 millones de euros, según advierten algunos expertos.
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