AXA compra bonos del Tesoro español para luchar contra los bajos tipos de interés
Axa España ganó el pasado ejercicio 95 millones de euros, un 4% más que un año antes. El CEO de la aseguradora francesa en nuestro país, Jean Paul Rignault, explicó que esta mejora se debe en parte a la reducción de la siniestralidad en cuatro puntos porcentuales lo que ha permitido mejorar todas las ramas de actividad. Sin embargo el volumen de negocio ha caído también en las diferentes divisiones.
Los bajos tipos de interés están dificultando su mix de negocio por lo que han decidido incrementar el peso de los unit linked hasta el 57% en nueva producción. También por este motivo y a preguntas de OKDIARIO, Rignault aclaró que la compañía invirtió 14.600 millones de euros en deuda soberana española que ha sido una decisión «excelente» al ofrecerles una rentabilidad «bastante elevada». Tanto que su director financiero también dijo a este diario que en el ejercicio en curso llevan ya invertidos del orden de 3.000 millones de euros pues sus opciones de inversión en un panorama tan revuelto como el actual son muy limitadas. Por este motivo, han pedido que la incertidumbre política de nuestro país se despeje ya pues no es buena ni para el negocio, ni para los inversores extranjeros, ni para nadie.
También Rignault se quejó pues desde que él llegó a España, hace ahora tres años, con la de esfuerzos que se han realizado para recuperar el país todo esto quede ensombrecido por una situación política como la actual.
Por si todo esto fuera poco, no sólo Axa sino el sector asegurador en general se enfrenta a serios desafíos como la implantación de Solvencia II, la guerra de precios entre empresas, la aplicación del baremo de accidentes de tráfico (que para los expertos será más generoso con las víctimas) pero que pasará necesariamente por un incremento de las primas persiguiendo la rentabilidad. La aseguradora francesa no descarta establecer nuevas alianzas en distribución para mejorar su servicio.
El FMI alerta de un tsunami en el sector asegurador
Todo esto después de que este lunes el FMI alertase de que son las compañías de seguros las que están más expuestas a un tsunami en el mercado financiero. Los bajos tipos de interés y un posible desplome del valor de los activos haría muy difícil que estas empresas pudiesen ser rentables y por tanto canalizar ahorros a los ahorradores cuando otras empresas son incapaces de hacerlo.
El Fondo lo que dice no es que sean tan grandes que no puedan caer sino que hay tantas compañías aseguradoras que un desplome generalizado sería un grave problema financiero por lo que deben ser monitorizadas como si de grandes bancos se tratase.
La política de los Bancos Centrales de tipos muy bajos hace a las aseguradoras muy vulnerables sobre todo en Europa y Estados Unidos, recordaba el informe. Esto obliga a las empresas a asumir unos riesgos a la hora de invertir que les producen aversión y son las más pequeñas las que más arriesgan para tratar de ganar aquello que han perdido durante la crisis.
Por este motivo, desde el organismo dirigido por Lagarde se aconseja para el sector una política macroprudencial, fabricando colchones de capital durante las bonanzas económicas para acometer los tiempos en los que pinten bastos.
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