El aviso de un experto sobre las tarjetas de fidelidad de las gasolineras: esto es lo que tienes que decir si te la piden
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¿Alguna vez te han ofrecido una tarjeta de fidelidad en una gasolinera mientras echabas combustible y has dudado si aceptarla o no? Esa situación, cada vez más habitual, puede parecer inocente, pero según advierten algunos expertos, conviene pensarlo bien antes de responder. Detrás de ese ¿Quiere nuestra tarjeta para ahorrar en su próxima visita? se esconden algunas condiciones que no siempre se explican con claridad, y que podrían salirte más caras de lo que imaginas, de modo que debemos llevar cuidado con el uso que hacemos de las tarjetas de fidelidad.
En un momento en el que llenar el depósito se ha convertido en algo que afecta, y mucho, a nuestros bolsillos, cualquier forma de ahorrar es bienvenida. Las gasolineras lo saben y por eso multiplican sus campañas de fidelización: descuentos, puntos acumulables, cupones exclusivos… Todo parece beneficioso, pero ¿realmente lo es? ¿O estamos cayendo en una estrategia diseñada para que consumamos más y nos comprometamos sin darnos cuenta?. El Banco de España acaba de dar la voz de alarma: no todo lo que brilla es oro, y en el caso de las tarjetas de fidelidad, puede que el supuesto ahorro no sea tal si no analizamos bien las condiciones. Sobre todo cuando hablamos de estaciones de servicio, donde además del combustible, se nos puede tentar con otros productos o incluso con sistemas de financiación nada favorables. ¿Qué deberíamos responder entonces si nos la ofrecen?
El aviso de un experto sobre las tarjetas de fidelidad de las gasolineras
El principal reclamo de las tarjetas de fidelidad es el descuento inmediato o los beneficios acumulables, ya sea en forma de puntos, saldo o cheques canjeables. Suena bien, pero como señala Antonio Gallardo, responsable de estudios en Asufin (la Asociación de Usuarios Financieros), esto puede acabar jugando en nuestra contra. ¿Por qué? Porque muchas de estas tarjetas están asociadas a pagos aplazados, lo que implica intereses elevados, especialmente si se activa la modalidad revolving.
De hecho, algunas gasolineras llegan a ofrecer más descuento si decides fraccionar el pago. Una trampa peligrosa: al aplazar, se empieza a generar una deuda que puede alargarse indefinidamente, encareciendo tu compra real. Según datos recientes, el TIN (Tipo de Interés Nominal) medio en estas tarjetas es del 20,49%, una cifra muy superior a la mayoría de créditos personales. Así, el ahorro de 5 céntimos por litro podría quedar neutralizado o incluso superado, por los intereses que acabarás pagando si no liquidas todo el importe a fin de mes.
Fidelidad forzada y falta de comparación
Otro aspecto que muchos consumidores pasan por alto es que al hacernos fieles a una marca concreta de gasolinera por sus descuentos, podemos estar renunciando a mejores precios en otras estaciones. Lo explica claramente Gallardo: «Hay gasolineras con tarjeta que tienen precios hasta 20 céntimos más caros por litro que otras low cost, por lo que incluso con descuento, saldría peor». Esa fidelización puede nublar nuestra capacidad de comparación y hacernos pensar que estamos ahorrando cuando en realidad no es así.
Además, muchas veces el descuento no es directo, sino que se acumula en forma de saldo o puntos, lo que implica volver a esa gasolinera para poder beneficiarte. Si no lo haces con frecuencia o simplemente se te olvida, ese supuesto ahorro se pierde. Y si para conseguir ese beneficio tienes que llenar el depósito más de lo que necesitas o comprar productos adicionales, el sistema te estará incitando a consumir más de lo necesario.
Financiación, comisiones y condiciones
Lo que a veces no se comunica de forma clara en el momento en que se nos ofrece la tarjeta es que muchas de ellas no son simplemente de puntos o descuentos, sino tarjetas de crédito encubiertas. Esto implica comisiones de emisión o renovación, pagos diferidos, intereses e incluso cláusulas de difícil comprensión para el consumidor medio.
Según un análisis del comparador financiero Kelisto, más del 80% de las tarjetas de fidelización en gasolineras son tarjetas de crédito, y casi todas aplican intereses si se aplaza el pago. Por eso, Estefanía González, portavoz del portal, recomienda mirar bien todas las condiciones antes de aceptar. Es importante revisar si el descuento es directo o si depende del uso a plazos, en qué productos se aplica, si tiene límite mínimo de gasto, o si hay alguna comisión asociada.
El consejo, en este punto, es claro: no firmes nada en el momento. Puedes agradecer la oferta, pedir la información por escrito y revisarla con calma en casa. Si te preguntan si la quieres, lo más prudente es decir que prefieres echar un vistazo a las condiciones antes de decidir. Porque una decisión precipitada puede acabar convirtiéndose en un gasto extra recurrente sin que apenas te des cuenta.
Cuidado con ceder tus datos
Además del componente financiero, hay otro factor importante que no se debe subestimar: la cesión de datos personales. Para acceder a la mayoría de estas tarjetas, es necesario facilitar nombre, email, número de teléfono y, a veces, otros datos como el tipo de coche, hábitos de consumo o localización frecuente. Con ello, las empresas elaboran perfiles detallados que les permiten ofrecerte promociones personalizadas, pero también manipular tu comportamiento como consumidor.
Este tipo de estrategias no sólo busca fidelizarte, sino también empujarte a consumir más. Como advertía recientemente el Banco de España, los establecimientos que manejan tus datos pueden lanzarte ofertas aparentemente irresistibles, diseñadas a medida según tus patrones de gasto.
¿Cuándo puede merecer la pena?
Ahora bien, ¿significa todo esto que debemos rechazar automáticamente cualquier tarjeta de fidelidad? No necesariamente. Hay casos en los que puede salir a cuenta, especialmente si eres una persona que siempre reposta en la misma estación de servicio, no aplazas pagos y aprovechas descuentos directos en caja. En esos casos, si la tarjeta no tiene comisiones ni intereses asociados, y los beneficios son claros, puede suponer un pequeño alivio en tus gastos.